Así ha afectado el Brexit a las inversiones británicas en España

Jaime García-Legaz, en su último acto como secretario de Estado de Comercio, ha destacado en la presentación de este estudio que el Reino Unido es un país «coherente», por lo que espera que las negociaciones del Brexit se lleven a cabo «sin disparates que harían daño al comercio y a la economía».

Asimismo, García-Legaz ha lanzado un mensaje a Donald Trump, al sostener que «las barreras no son la mejor manera de garantizar el futuro» y que «el libre comercio ha demostrado ser la mejor forma de garantizar el progreso».

La relación comercial entre Reino Unido y España es ejemplo de este libre comercio. Según el estudio de Afi, el país británico se consolida como el tercer inversor extranjero en España . La inversión directa creció en 2014 un 11,8%, primer incremento desde 2008, y se situó en los 37.000 millones de euros. Toda esta inversión ha permitido la creación de 160.000 puestos de trabajo en España, un 1% del empleo total, y una contribución de 6.100 millones de euros a las arcas públicas.

«Ha sido un año complicado, pero la relación entre ambos países sigue siendo sólida y la percepción de los británicos respecto a España ha mejorado» ha sostenido en este acto Simon Manley, embajador británico en España.

El tabaco y el comercio mayorista son los sectores preferidos por los británicos para invertir en nuestro país. En el primer caso, de hecho, aglutina el 96% de la inversión extranjera. Las telecomunicaciones, por su parte, han logrado doblar su inversión directa en el último año, situándose en los 14.260 millones de euros. Madrid y Cataluña son los dos principales focos de inversión, aunque destacan también el País Vasco y Valencia.

Entre las razones por las que las empresas del Reino Unido invierten en España destaca, en primer lugar, el clima... de negocios. Un 41% de los encuestados consideran que es excelente o bueno. Tras él se sitúan otras fortalezas como el nivel de cualificación de los españoles y el acceso a América Latina.

Entre los aspectos a mejorar se mantienen la burocracia y la falta de apoyo a la investigación y desarrollo . De igual forma, el parón político y el auge independentista de los últimos meses también supusieron un freno a las inversiones británicas en nuestro país.

Después de superar el escollo de la votación, el siguiente reto para esta relación bilateral será la negociación del Brexit. «El 10% del comercio español se dirige a Reino Unido, país al que también llegan el 15% del conjunto de servicios que exportamos. El daño puede ser importante para España si se produce una negociación dura», ha explicado García-Legaz.