Mercado Laboral

La industria del automóvil manda a 5.000 trabajadores al ERTE por el aumento de los costes de producción

Los expedientes por causa económica suben un 51% en 2022 y el 30% del total son de fábricas de coches

El sector pierde competitividad en Europa, forzado a vender los productos un 40% más caros que hace un año

Cadena de montaje de Renault (Valladolid) Francisco Javier De Las Heras

La desbocada subida de precios por efecto de la inflación ya se deja notar además de en la cesta de la compra en el mercado de trabajo. Tanto, que el incremento de los costes de las materias primas y de los suministros, carburantes y ... electricidad principalmente, está provocando que algunas líneas de producción industrial no estén pudiendo sostener todos los gastos, incluyendo los de personal.

Ante esta coyuntura, en los primeros tres meses del año, los ERTE asociados a causas económicas derivadas del incremento de los costes de producción -agravado con el impacto de la guerra en Ucrania- han crecido un 51%, pasando de un total de 11.342 trabajadores afectados por este tipo de expedientes de regulación de empleo a comienzos de enero de 2022 a situarse en los 17.219 en el último día del pasado mes de marzo. Es decir, 5.877 empleados más se han visto incorporados a estos planes.

Sin embargo, las cifras oficiales de la Seguridad Social sobre esta tendencia revelan que el impacto de la inflación no es homogéneo entre los diferentes sectores. Aquí, la actividad industrial y concretamente las fábricas de automóviles son las que mayor número de trabajadores han tenido que enviar al ERTE por este alza de costes. Además, se suma en este caso la falta de componentes que viene de atrás, por los cuellos de botella que se generaron tras la reapertura de la actividad una vez superados los peores meses de la pandemia, y que trajo consigo una fuerte subida de la demanda y el consumo privado.

Así, el 30% del total de trabajadores en ERTE por causa económica, un total de 5.013 personas , pertenecen a las fábricas de vehículos Concretamente, son 63 las compañías que han prescindido temporalmente de esta bolsa de empleados. Si bien, otras 44 empresas de fabricación de maquinaria y 11 más de fabricación de materiales de transporte cuentan con 452 trabajadores también afectados por expedientes de regulación de empleo.

Ahora bien, aunque para el sector fabril de los automóviles la tormenta es perfecta para favorecer el desplome de la actividad, el encarecimiento de las materias primas está peinando los márgenes empresariales en la gran mayoría de actividades. Sin ir más lejos, también la industria de la metalurgia mantenía a finales del pasado marzo a 843 trabajadores en ERTE por causa económica.

Cabe recordar en este punto que las fábricas son algunos de los centros de trabajo que más están sufriendo el encarecimiento de la electricidad y que marzo de 2022 fue el más caro de la historia de España. El precio medio se disparó un 543% en comparación con el mismo mes del pasado año, y en el primer trimestre del ejercicio el coste es un 411% mayor que hace un año.

Además, estos precios de la energía son históricamente mayores en las fábricas e industrias españolas que en las francesas o alemanas, lo que está llevando a tener que incrementar los precios manufactureros más que los vecinos europeos, y que también conlleva una pérdida de competitividad en los mercados internacionales. Así, los precios industriales marcaron un nuevo máximo en febrero al repuntar un 40,7% con respecto al mismo mes de 2021, un récord que supera en cinco puntos el anotado en enero (35,7%) y que se debe principalmente al encarecimiento de la electricidad, según apuntan desde Estadística.

Comercio y alimentación

Los otros grandes afectados por la inflación y que ya están trasladando los efectos del encarecimiento de los costes de producción al ajuste de plantilla por la vía del ERTE son el comercio al por menor y al por mayor , que a finales de la pasada semana mantenían en suspensión temporal de empleo a 676 y 671 trabajadores, respectivamente. Por su parte, los servicios de comidas y bebidas han prescindido temporalmente de 771 trabajadores por causas económicas, y los servicios de alojamiento otros 839 empleados.

La pasada semana el Gobierno reguló con carácter excepcional que las empresas acogidas a ERTE por causa económica que deriven de la invasión en Ucrania o que se acojan ayudas públicas no podrán despedir trabajadores durante los próximos tres meses.

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