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La indefinición del Banco de España induce a Sacyr a negociar con el BBVA su entrada en el capital

El Banco de España no ve procedente pronunciarse sobre el desembarco de Sacyr en el BBVA con la información que hasta ahora le ha remitido la constructora

MADRID. El presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, se dirigió ayer otra vez por carta al Banco de España para que el organismo supervisor le aclare si se opone o no a su proyecto de entrada en el capital del BBVA. La constructora entendió que en su comunicación del pasado lunes el Banco de España sencillamente se daba por enterado y nada más, pese a las numerosas interpretaciones que se han hecho de este documento, que por cierto Sacyr envió ayer a la CNMV.

Las fuentes consultadas por este periódico aseguran que ahora el Banco de España previsiblemente volverá a contestar por carta al presidente de Sacyr reiterándole lo que ya le dijera en su anterior misiva, que en la situación actual no piensa opinar.

En ese hecho relevante, SyV, que recuerda que la operación es una «iniciativa propia» con fines «estrictamente empresariales», habla, por primera vez, de su intención de adquirir un 3,1%, que se convertiría en un 3,6% con el 0,5% de las participaciones de Juan Abelló y Demetrio Carceller, después del «baile» de porcentajes -en algún caso subía hasta el 8%- que trascendieron a los medios la semana pasada. Además, la constructora recuerda que la legislación vigente sólo exige el lanzamiento de una oferta pública en el caso de que la participación alcance más de un 25% del capital o si obedece al propósito de designar más de un tercio de los miembros del consejo.

Desmarque de las familias del BBV

También, como dato sorpresivo, no incluyen en la información el que vayan a conseguir un paquete accionarial adicional reunido de entre algunas familias vinculadas al antiguo Banco Bilbao Vizcaya.

En este comunicado, los dirigentes de la constructora incluyen el escrito recibido del Banco de España del día 29 de noviembre de 2004, hecho que no ha sentado nada bien en la sede del organismo supervisor, según fuentes próximas al mismo.

Con estos datos esclarecedores en la mano, el Banco de España contestó a Sacyr ayer mismo que no cree necesario pronunciarse sobre la operación formulada por la constructora sobre el BBVA, «conforme a los términos informados hasta la fecha al supervisor», si bien deja abiertos todos los procedimientos establecidos legalmente por si en el futuro debería hacerlo.

La explicación, siempre apoyada en términos legales -en virtud de la ley de disciplina e intervención-, es fácil: ni el porcentaje sobre el que se hará la compra llega al 5% ni implica influencia alguna sobre la entidad a través de consejeros, ya que un 3,1% no es considerado como «influencia significativa», ni le daría derecho a reclamar varios puestos en el consejo.

«No se ha estimado procedente que, conforme a los términos informados hasta la fecha, el supervisor en el marco de sus competencias, se pronuncie sobre la solicitud de Sacyr, y así se lo ha comunicado a la compañía», dicen desde la institución que preside Jaime Caruana. Por tanto, esos tres meses de plazo que legalmente tiene el Banco de España para pronunciarse ante una operación que sí reúna los requisitos «ni siquiera han empezado a correr».

Ante esta decisión del Banco de España de no opinar y ante la fuerte caída que estaba sufriendo el valor de la constructora en Bolsa -llegó a perder hasta un 10% en dos sesiones-, Del Rivero parece haber decidido apostar ahora más por el diálogo que por la posibilidad de entrar en BBVA de forma hostil. De hecho, ayer se insistía en la constructora en que su opción nunca ha estado encaminada a desalojar de la presidencia a González, sino sólo a formar un núcleo duro español. Este giro de los acontecimientos le ha sentado bien al valor de Sacyr que ayer se recuperó y ganó un 1,91%, hasta los 11,73 euros, mientras que el banco también subió un 0,16% hasta los 12,4 euros.

El Gobierno, más frío

A todo esto se unen las recomendaciones dadas desde el Gobierno apostando por «la vía pacífica». Solbes, aseguró ayer que el Ejecutivo se ha limitado a «pedir a las partes que hablen» y decir que el Gobierno no está en esta operación. En este sentido, algunas fuentes consultadas han asegurado que la operación podría haber chocado contra algunos intereses futuros de La Caixa y que la entidad que preside Fornesa podría haber contribuido a enfriarla en el seno del Gobierno. La cuestion es que precisamente hoy, Luis del Rivero y Francisco González vayan a reunirse en la sede del banco. La semana pasada, Del Rivero telefoneó a González pero el presidente del BBVA tenía en su agenda un viaje a Venezuela.

El consejo del banco, con González

Mientras tanto, ante una operación considerada en el seno del BBVA como de hostil, el presidente parece haber recibido la mayoría del respaldo de sus consejeros, según fuentes del entorno de la entidad bancaria. Además, el tener un accionariado tan dividido no hace más que dificultar la posible entrada de inversores «no deseados». El mayor accionista hasta ayer, Telefónica, cuenta con un 1,07%. Dentro de su estrategia de defensa, el BBVA recordaba ayer que, según los estatutos del banco, se necesitaría el apoyo de tres cuartas partes del consejo, esto es, ocho miembros del consejo de los 16 para solicitar la salida del presidente, y para conseguir un consejero se necesitaría al menos un 6% del capital. Actualmente, sólo el consejero de Telefónica está en representación de un accionista, y el resto son independientes.

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