Seguridad jurídica: siniestro total
Terminamos la secuencia con la aprobación de un decreto que va a estar en vigor seis meses y que el mismo día de su aprobación se anuncia su inmediata revisión para evitar daños mayores
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Iniciar sesiónLa secuencia es tremenda. Un mal día los precios de la electricidad empezaron a subir por culpa del CO2, del gas, de la carga fiscal y del sistema marginalista que obliga a pagar a todas las fuentes de generación a los precios de la más ... cara. El Gobierno aseguró que no iba a rebajar impuestos porque era una situación transitoria. Pero los precios siguieron subiendo y, ante la presión popular y mediática, tuvo que ceder y consentir en una tímida rebaja de impuestos. Los precios siguieron subiendo, las presiones también y el Gobierno se vio obligado a rebajar o eliminar casi toda la carga fiscal que gravaba el recibo. Y los precios siguieron subiendo y el Gobierno rompió las reglas del juego sin reparar en lo diferentes que eran la parte del mercado regulado y la que funciona por libre. Concluyó que los beneficios de las eléctricas eran escandalosos y decidió ‘succionarles’ 2.600 millones . La medida era tan confusa que tuvo que precisarla a los pocos días y aclarar algunos puntos que podrían expulsar del mercado a muchas instalaciones renovables. Las eléctricas protestaron ante lo que consideraban una confiscación que comprometía el futuro de sus inversiones. De ahí, pasaron al contraataque y amenazaron con paralizar sus compras a la industria auxiliar, lo que alarmó a algunos de los partidos que sostienen al Gobierno, como el PNV muy sensible a estas cuestiones, que empezaron a ejercer su propia presión. Algunas compañías fueron más allá y pisaron el callo socialista, como el curioso nombramiento del vicepresidente de Iberdrola España .
Con esto llegamos al Congreso, que validó ayer el decreto con el apoyo de los partidos de izquierda y de algunos como Revilla que es un partido centrado alrededor del ombligo del presidente Revilla. El centro derecha y la derecha se opusieron y los nacionalistas templados se abstuvieron. No porque les diese igual, sino porque temían por igual a las consecuencias del decreto como al fracaso del Gobierno.
Terminamos la secuencia con la aprobación de un decreto que va a estar en vigor seis meses y que el mismo día de su aprobación se anuncia su inmediata revisión para evitar daños mayores. ¿Dónde queda la seguridad jurídica? Y eso qué importa. Ahuyentará inversiones y lesionará nuestro atractivo exterior, pero ¿no se da cuenta de que la seguridad jurídica no vota? Hay que estar más atento.
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