Hombre, joven, mileurista y viviendo de alquiler
El «inquilino tipo» español es un hombre de unos 30 años y con un trabajo temporal, según un estudio de Alquiler Seguro
eva pastrana
Prefiere Internet a los periódicos y los carteles de «se alquila» en catálogo. Tarda unos 20 días en encontrar su hogar. Es soltero, hombre y ronda la treintena.
En España , un país que tradicionalmente ha huido de la vivienda en alquiler ... y donde la cultura imperante (incluso con la crisis) manda que es más sabio pagar los plazos de una hipoteca a las mensualidades del alquiler, solo un 10% de las familias viven de alquiler.
A finales de 2011, en plena crisis, un estudio de la «web» de anuncios Fotocasa, revelaba que 7 de cada 10 encuestados afirman ser propietarios de una vivienda y solo un 15,3% afirma vivir de alquiler. En este sentido, un 84,3% de los españoles se muestran a favor de la compra de la vivienda como opción de vida; lo que demuestra que el sentimiento de propiedad sigue muy arraigado en la mentalidad española. En conclusión, España sigue siendo un país de «propietarios», pero con cada vez más excepciones.
El resultado de un estudio elaborado por Alquiler Seguro , sobre el Perfil del Inquilino en España en grandes núcleos urbanos (junio 2012), nos presenta a esa «excepción» como un hombre joven de 32 años, trabajador eventual, de nacionalidad española y soltero.
Si atendemos a sus hábitos, veremos que su nivel de endeudamiento es superior al de la media . En 2009 un estudio revelaba que un 15% de los pisos españoles estaban ocupados por morosos. Hoy el nivel de endeudamiento está situado entre el 30% y el 50%, según los datos que arroja el Estudio del Perfil del Inquilino. Eso con un sueldo bajo y un trabajo temporal y precario. Más del 50% de los encuestados gana entorno a los 20.000€ brutos anuales, con una carga de préstamos personales que ascienden a los 6.650€ y una antigüedad laboral menor a de 3 años.
Los modelos de comportamiento reflejan que el inquilino necesita 19 días para encontrar piso , lo hace a través de Internet, donde dedica más de dos horas semanales a la búsqueda de vivienda. Valora sobretodo la cercanía al puesto de trabajo, mientras que el número de dormitorios pierde importancia a la hora de elegir casa.
Su «modus operandi» le lleva a hacer una selección previa por Internet de lo que está dentro de sus márgenes de preferencia. Una vez iniciada la busqueda, n ecesita menos de dos visitas para decidirse por un hogar.
Una vez ha elegido su casa, el inquilino se quedará en el mismo inmueble por un tiempo medio de estancia de más de 2 años.
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