Guindos dice que el riesgo para España no es un ligero desvío del déficit, sino una política errónea

En declaraciones a los medios en la sede del Ministerio para comentar las previsiones macroeconómicas hechas públicas hoy por la Comisión Europea (CE), De Guindos ha restado importancia a la advertencia de que España podría desviarse en el déficit público de 2015 hasta el -4,8% del PIB, frente al -4,2% pactado.

No ha descartado que el objetivo se cumpla, y ha señalado que, según los datos disponibles, en las comunidades autónomas «es donde está la incertidumbre» y la «potencial desviación» del -0,7% proyectado, tal y como señala la propia CE.

También la Seguridad Social cerraría «marginalmente peor» (se prevé un -0,6 %), pero por el contrario el déficit del Estado y de las corporaciones locales podría acabar 2015 mejor de lo esperado (las previsiones contemplan un -2,9% del PIB y equilibrio, respectivamente).

El ministro en funciones ha señalado en todo caso que el ajuste que se tiene que realizar este año –«si definitivamente se produce», ha dicho– será «muy diferente» si se hace con una economía creciendo por encima del 3 %, como hasta ahora, o por debajo de esa cifra.

Para el titular de Economía, «la diferencia fundamental es que ahora la economía española crece y cuando se crece el ajuste presupuestario es mucho más simple», frente a las situaciones en las que el déficit público alcanzaba el 9%, como las dos veces en que se ha tenido que pedir una prórroga para el cumplimiento de los objetivos.

Además, De Guindos ha recordado que la Comisión «continuamente" « ha infraestimado el crecimiento de la economía española », algo que seguirá ocurriendo, según su criterio, si se sigue la política económica correcta.

«Si la política económica no deshace todas las cosas correctas que se han hecho en los últimos cuatro años nos podemos encontrar con que la economía española incluso puede crecer más que el año pasado (3,2 %). Por tanto vamos a esperar» antes de hablar de los ajustes, ha dicho el ministro.

De Guindos ha confiado en que en los próximos meses haya en España un Gobierno «en plenas funciones», pero ha recalcado que por el momento «ningún indicador real» muestra el impacto en la economía de la situación de incertidumbre política , y «lo peor sería que tuviéramos un gobierno con la agenda económica incorrecta».

Ese sería –ha añadido– «el problema fundamental para la economía española y para el conjunto de la Unión Europea, también en términos de política fiscal».