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¿Estamos inmersos en una guerra mundial de patentes?
Los enfrentamientos entre corporaciones por los derechos de propiedad industrial e intelectual no han hecho sino aumentar en los últimos años
unai mezcua
Se atribuye al físico alemán Albert Einstein la frase «No sé con qué armas se librará la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial usarán palos y piedras», en una clara referencia al riesgo de la energía atómica. No obstante, a estas alturas ... parece claro que algunos de los grandes enfrentamientos del siglo XXI no serán librados por países ni utilizando tales pertrechos, sino que correrán a cargo de empresas, y éstas utilizarán un armamento menos convencional: las patentes.
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Según un informe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, facilitado por la Oficina Española de Patentes y Marcas , en España se registran de media unas 3.500 patentes al año , la mayoría de ellas correspondientes al sector de la Ingeniería mecánica. La cifra está lejos de las de países de nuestro entorno, como Reino Unido, que alcanzó las 21.929 patentes en 2010, Alemania, que superó las 59.200, o Francia, que registró 16.580. Incluso Argentina, con 4.717 registros, supera la marca española. Pero el gran líder mundial en este sentido es, sin discusión, Estados Unidos , cuya oficina registró más de 490.200 patentes.
Argentina registró en 2010 más patentes que España
Quizá por ello los mayores enfrentamientos de este tipo se producen en norteamérica, donde los juicios por violación de patentes no han hecho sino aumentar en los últimos años , y Apple , la mayor empresa cotizada del mundo, es quién parece llevar la voz cantante. La última batalla se dirimió hace menos de un mes, cuando un tribunal estadounidense condenó a la surcoreana Samsung a pagar más de 800 millones de euros a la empresa californiana, al considerar que ésta había copiado deliberadamente los diseños de sus dispositivos móviles para fabricar su siguiente generación de teléfonos y lanzar su tableta Galaxy Tab.
No obstante, además de mantener abiertos una docena de conflictos con Samsung, la empresa de la manzana se ha enfrentado en los últimos cuatro años con Nokia, Motorola, HTC, la china Proview Technology o la norteamericana Mirror Worlds LLC , entre otros, en lucha por aspectos clave de los dispositivos móviles, como la tecnología de transferencia de datos, el diseño de antenas o la conectividad GSM, WLAN y 3G.
Apple y Google negocian un acuerdo
Pero, como en toda guerra, también hay alianzas, acuerdos y pactos entre las partes. Así, hace apenas unos días se dió a conocer que Apple y la otra superpotencia de nuestro tiempo, Google, negocian entre bastidores sobre una serie de asuntos relacionados con la propiedad intelectual. En especial, las conversaciones giran en torno a Android, el sistema operativo de teléfonos móviles más utilizado , propiedad de la primera, y que el difunto fundador de Apple, Steve Jobs, consideraba «un producto robado».
Kodak valora sus mil patentes en 2.000 millones de dólares
La situación es tal que a día de hoy las operaciones de compra de empresas se guián en muchos casos por la cartera de patentes de la empresa potencialmente adquirida. Es el caso de la propia Google, que en 2011 compró Motorola Mobility -la parte escindida de Motorola que abarcaba el negocio de dispositivos móviles- no por sus productos, muchos de ellos desfasados, sino por la propiedad intelectual e industrial que ésta tenía registrada: más de 20.000 patentes.
Un caso similar al de Motorola es el que afecta actualmente a Kodak. La multinacional de la fotografía no supo adaptarse al nuevo mercado digital, lo que la obligó a acogerse al concurso de acreedores en enero de este año. Para salir de su difícil situación, la compañía ha puesto a la venta un paquete de un millar de patentes valoradas en más de 2.000 millones de dólares (1.500 millones de euros), que podría despertar un gran interés por el uso que se les puede dar en teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles.
Los «trolls» de patentes
Pero el asunto no se circunscribe únicamente a los gigantes de la tecnología punta. Así, nuevos actores están entrando en el enfrentamiento, como las «empresas no productivas» , compañías que únicamente poseen patentes -o representan a inventores- y se dedican a demandar a las demás para conseguir indemnizaciones por el uso de los derechos industriales que tienen registrados. Conocidas en los mentideros de Sillicon Valley como «trolls» de patentes, estas empresas suponen un perjuicio para la economía norteamericana cercano a los 29 mil millones de dólares anuales, según un estudio de la Universidad de Boston .
Basan su negocio en demandar a emprendedores por violar patentes
En los útimos tiempos, se ha producido un cambio en la dieta de estos «trolls de patentes»: han pasado de alimentarse de grandes corporaciones tecnológicas a hacerlo de exitosas «start-ups», pequeñas empresas recientemente surgidas y que basan su modelo de negocio en la innovación, y que no tienen otra forma de defenderese que a su vez interponer contrademandas.
La innovación, en peligro
La situación poco a poco se está volviendo insostenible. Algunos gestores de fondos de capital riesgo, que son quienes suelen estar detrás de las «start-ups», como George Zachary de Charles River Ventures , afirman que «prácticamente todas las compañías de éxito han sido demandadas al menos una vez por supuestas infracciones de patentes».
Ello ha provocado que se haya desatado un fuerte debate en Estados Unidos, ya que no son pocos quienes consideran que existe «un riesgo legal» para las empresas de nueva creación, al tiempo que se plantea si el sistema de patentes ha evolucionado de una manera que pone en peligro la innovación. Por otro lado, muchos consideran también que existen algunas cosas, como ciertos productos de software, que no deberían ser en absoluto objeto de protección de patentes.
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