El Gobierno lanza un plan para paliar el efecto de la guerra en España, con ayudas y un pacto de rentas

Para intentar minorar este impacto económico, el líder socialista ha presentado ante el Congreso el llamado Plan Nacional de Respuesta al Impacto de Guerra que persigue actuar en dos frentes, el nacional y el internacional. 

El primero se articula sobre nueve ejes que incluyen el impulso de un pacto de rentas , ayudas para proteger a la población más vulnerable y a la industria electrointensiva , la aceleración de la apuesta por las energías renovables , la puesta en marcha de los nuevos ERTE cuanto antes, la promoción de los destinos turísticos nacionales que pueden verse más golpeados y la petición a Bruselas para que facilite la oferta de cereales y oleaginosas.

Uno de los grandes temores de los gobiernos europeos y también del español es que el conflicto provoque una espiral inflacionista, y a ello responde el pacto de rentas que Moncloa quiere impulsar y que busca intentar aportar estabilidad a la economía. La consecución de este acuerdo queda en manos de sindicatos y empresarios aunque el Ejecutivo trabajará para impulsarlo.

Para proteger e intentar estabilizar el empleo, Sánchez acelerará el lanzamiento de los nuevos ERTE para dar respuesta a las previsibles situaciones de desabastecimiento, encarecimiento de los costes de producción o caídas de la demanda.

En cuanto a las ayudas a la población más vulnerables, Sánchez ha adelantado que el descuento del bono social eléctrico se prorrogará hasta el 30 de junio y ha pedido a las comunidades que impulsen medidas en la misma línea. Hasta la misma fecha se mantendrá el actual paquete fiscal para contener la subida de la luz: el IVA reducido al 10 porciento para la electricidad, la suspensión del Impuesto al Valor de la Producción de Electricidad y del Impuesto Especial sobre la Electricidad al 0,5 por ciento, así como la reducción del beneficio extraordinario de las centrales de generación de gas no emisoras.

Las medidas para proteger a la industria electrointensiva se concentran en el recorte de los peajes a los 600 mayores consumidores en un 80 por ciento y la prórroga de la flexibilidad en los contratos de gas natural. Paralelamente, el Gobierno buscará reducir la dependencia energética aumentando en 1.000 millones el PERTE de Energías Renovables, dedicando otros 500 millones a acelerar la extensión del autoconsumo eléctrico y 100 millones para reducir el consumo en el alumbrado público.

En cuanto a la actuación en el plano internacional, Sánchez ha anunciado que pedirá la inclusión de Rusia en la lista de paraísos fiscales y ha recordado que la Bruselas pondrá en marcha compras conjuntas de gas y la creación de reservas estratégicas. En este marco, el Gobierno español impulsará el avance de las interconexiones entre los países europeos e insistirá en que deben desacoplarse temporalmente los precios del gas y la electricidad para contener la subida de la luz. Por último, el Ejecutivo también intentará impulsar la adaptación de las reglas fiscales a la situación actual.

El líder socialista ha asegurado que la oposición, las distintas administraciones y los agentes sociales podrán hacer aportaciones a este paquete de medidas porque ha insistido en que es necesario actuar con unidad.

La coordinadora general del Partido Popular, Cuca Gamarra , ha expresado cierta desconfianza y ha recordado que el líder socialista también prometió a la oposición que podría participar en el Plan de Reconstrucción tras la primera ola del Covid-19 y luego redujo sus aportaciones a la mínima expresión. Gamarra ha pedido que no suceda lo mismo esta vez y ha señalado la disposición de su grupo a colaborar.

Los portavoces de Unidas Podemos, Pablo Echenique, y PDeCAT, Ferrán Bel, han considerado que el plan se queda corto y el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha criticado a Sánchez por no haber informado a sus socios de las medidas antes de presentarlas.