El Gobierno impedirá a las telecos subir las tarifas de teléfono e internet durante el estado de alarma

La norma, que previsiblemente será aprobada este martes en la reunión del Consejo de Ministros, obligará a las compañías no solo a mantener los precios de los paquetes de comunicaciones que tengan contratados, sino también los descuentos por compromisos de permanencia de los que se estén beneficiando ahora mismo los consumidores aunque la fecha de finalización de esa promoción coincida en medio del estado de alarma.

La decisión del Gobierno de congelar los precios de telefonía era una medida que organizaciones de consumidores como Facua habían reclamado al Ministerio de Consumo que dirige Alberto Garzón, de Unidas Podemos. Ahora bien, en la práctica apenas tendrá impacto porque las telecos no solo no habían incrementado sus tarifas en este periodo (Movistar hizo la última subida, prevista desde enero, el pasado 5 de marzo), sino que las compañías estaban abriendo parte de su oferta de televisión de pago y ofreciendo más servicios sin subir tarifas.

El decreto también revertirá por otro lado una medida tomada anteriormente, precisamente al declarar el estado de alarma, y es la pohibición de hacer portabilidades durante el confinamiento. El Ejecutivo da marcha atrás en este medida, que tomó inicialmente esgrimiendo la salud de los técnicos instaladores, y los clientes podrán cambiar de compañía de teléfono e internet en medio del estado de alarma, aunque las telecos deberán hacer esa gestión de forma completamente remota.

Ahora bien, aunque el decreto se refiere solo a portabilidades móviles, esta por ver qué sucede con aquellas que van ligadas a un cambio también de la línea de banda ancha fija (fibra óptica), pues a día de hoy muchos contratos de teléfono móvil se suscriben empaquetados con fibra. En estos casos, esa portabilidad no se puede hacer sin que el instalador se traslade al hogar del cliente, de forma que la medida impulsada por Unidas Pdemos dejaría expuesto a los técnicos. Es más, esa medida podría ir en contra de las normas de seguridad interna de las propias compañías.