Guindos concretará en los próximos días cómo se crearán las sociedades del ladrillo
El presidente del BCE, Mario Draghi, confía en que el Gobierno cerrará la reforma bancaria de forma «rápida»
MONCHO VELOSO
Se sabía que el Gobierno y el Banco de España ultiman la creación de «sociedades inmobiliarias» en las que bancos y cajas puedan aislar sus activos ligados al ladrillo y dedicarse a su negocio: dar créditos. Lo que no cuándo verán la luz. El ministro ... de Economía ha dejado entrever hoy que será pronto. Luis de Guindos ha avanzado en una conferencia en Barcelona que «en los próximos días o en las próximas semanas» el Ejecutivo regulará la creación de esos vehículos que en el sector se conocen como «banco malo».
El día y el lugar elegido por el ministro para hacer el anuncio no es casual. También hoy y en la misma ciudad, al ser preguntado por esta medida, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha mostrado su confianza en que el Gobierno de Mariano Rajoy tomará medidas «rápida y transparentemente» para cerrar la reestructuración y el seaneamiento del mapa bancario . Guindos parece responder así a las exigencias del supervisor comunitario.
Los rumores apuntan incluso a que Moncloa podría aprobar mañana mismo, en Consejo de Ministros, esa nueva regulación. Sin embargo, fuentes de Economía consultadas por este diario han desmentido esa posibilidad.
Medida voluntaria
Lo que Guindos ha asegurado, a pesar de no detallar bajo qué condiciones se crearán esas sociedades, es que será una medida voluntaria. El planteamiento inicial, ha dicho el ministro, es que cada banco pueda crear «su propio vehículo con unas reglas determinadas» que fijará el Gobierno y en la que puedan aparcar el suelo, las viviendas en construcción y los pisos terminados que les consumen capital y no les permite centrarse en su actividad crediticia.
Es lo que pedía la gran banca. Santander, BBVA y Popular ya han manifestado su rechazo a crear vehículos de este tipo y que su deseo es que la medida sea, al menos, obligatoria solo para las entidades que lo necesiten. Sin embargo, la posibilidad de desprenderse de esos activos sin una pérdida mayor —con las provisiones que exige la reforma financiera se cree que los activos ya han tocado suelo— hace más atractiva la medida, y según fuentes del sector, hasta esas entidades más reticentes acabarán acogiéndose a ella.
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