Ya es el futuro en Shanghái: anuncios con drones entre los rascacielos
Con este espectacular método que parece sacado de una película de ciencia-ficción, una empresa de servicios del hogar se publicita dibujando figuras iluminadas en el aire
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Iniciar sesiónYa es el futuro en Shanghái , en cuyos cielos se dibujan anuncios con drones entre sus espectaculares rascacielos. Como si fuera una película de ciencia-ficción , miles de lucecitas de colores brillan en la oscuridad de la noche formando ... enormes figuras de una cocinera removiendo un puchero , una mujer acunando a un bebé, una enfermera empujando la silla de ruedas de un anciano y una criada colgando la ropa en el armario. Formados por drones, los dibujos se encienden y apagan cambiando de forma para promocionar, con caracteres en mandarín, una empresa de servicios domésticos .
En lugar de con vallas publicitarias o neones en edificios, el anuncio «cuelga» durante varios minutos en el aire sobre las aguas del río Huangpu frente al «skyline» de Pudong, el distrito financiero de Shanghái del que despuntan los rascacielos más altos de la ciudad . Desde el «Bund», el paseo en la otra orilla plagado de edificios europeos de la época colonial, miles de curiosos se arremolinan para ver la escena y, cómo no, grabarla con sus móviles.
En China , que lidera la industria mundial de los drones gracias a la firma tecnológica DJI, es legal volar estos aparatos con fines comerciales , por supuesto contando siempre con los permisos oportunos y siguiendo normas básicas de seguridad . Evitando las concurridas zonas del «Bund» y Pudong, los drones de este anuncio sobrevolaron el meandro del Huangpu desde los vacíos muelles para cruceros próximos al consulado de Rusia, junto al coqueto puente de hierro que cruza el canal de Suzhou.
Tanto para fines comerciales como privados, todos los drones que se utilicen en China deben estar registrados si pesan más de 250 gramos. Además de evitar zonas densamente pobladas , no pueden volar ni por encima de 120 metros ni más allá de donde alcance la vista. Junto a las zonas restringidas, como aeropuertos e instalaciones militares, está prohibido volar drones en la capital , Pekín, por albergar las principales sedes de su régimen autoritario, obsesionado con la seguridad.
Los drones comerciales , más sofisticados, de mayor tamaño y con un peso superior a los siete kilos, requieren una licencia de la Administración de Aviación Civil de China, mientras que los que superen los 116 kilos exigen una licencia de piloto.
Este año, la llegada de 2020 no fue celebrada en Shanghái con sus tradicionales fuegos artificiales, sino con 2.000 drones iluminados que dibujaron en el cielo la gigantesca figura de un hombre corriendo y la cuenta atrás. Bajo los neones de sus rascacielos, que parecen sacados de «Blade Runner», los drones traen el futuro a Shanghái.
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