Fráncfort, lista para tomar el relevo de la City

«No puedo decirle exactamente, pero calcule un 30% más que lo que costaba la semana pasada», responde un agente inmobiliario de Fráncfort al que preguntamos por el precio de alquiler de oficinas en esa ciudad tras el resultado del referéndum británico . Los bancos, al igual que muchas empresas, necesitan legalmente establecer una filial con sede en un país de la UE para poder prestar sus servicios en el interior del bloque, de forma que muchos negocios de la City deberán desplazarse junto con su personal e infraestructuras desde Londres a la UE, y en la mayoría de los casos optarán por la ciudad alemana.

Cryan, el presidente de Deutsche Bank , que ocupa un enorme edificio en el segundo distrito financiero y cuyo negocio de banca de inversión tenía su corazón hasta ahora en Londres con cerca de 9.000 trabajadores, ya ha reconocido que el traslado sería a Fráncfort. Morgan Stanley confirmó ayer que trasladará también personal dedicado a operaciones en tareas de compensación, banca de inversión y alta dirección.

Las agencias calculan que la marcha de los grandes bancos podría restar parte del 10% del PIB británico que aporta la City y sus servicios financieros. La Asociación de Bancos Extranjeros de Alemania prefiere no vender el oso antes de cazarlo y recuerda que llevará tiempo sustituir a una plaza financiera como Londres. «Lo más seguro es que convivan las dos un largo tiempo», sugieren fuentes de esta asociación , pero el hecho es que Fráncfort es ya, desde 2014, la sede de la supervisión bancaria europea del BCE y a finales de 2015 casi 200 bancos tenían ya su sede establecida allí, 80% de ellos institutos extranjeros.

El sector bancario da trabajo a 62.500 personas en esta ciudad, rediseñada como centro financiero desde que el BCE estableció allí su sede y que permite caminar a pie desde las oficinas centrales de organismos de control como el BCE o la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación a cualquier oficina bancaria para mantener una reunión o a cualquier restaurante para un encuentro más discreto, el paraíso del lobby. UBS dice que «el BCE podría tener un efecto imán».

En Londres se niegan a contemplar esta realidad y no tienen pensado desaparecer como City. «Es un perfecto ejemplo de la visión errónea que los continentales tienen sobre los mercados y el comercio», comenta el analista de Forbes Tim Worstall, «creen que lo que deciden los burócratas o los chupatintas es lo que luego sucede, pero los mercados no funcionan así . Los negocios surgen cuando alguien quiere vender y otro quiere comprar, y estar fuera de un sistema de reglas, a 80 millas de la costa, puede ser mucho más atractivo que estar dentro de ella».

Para Worstal, Londres seguirá siendo un lugar muy atractivo para realizar operaciones sobre la base del euro y reta a la UE a desbaratar su « maraña de reglas asfixiantes» si quiere competir con las plazas más flexibles . Insiste en que se trata de «una cuestión de mentalidad», aunque reconoce que esa posición se desvanecerá en cuanto el BCE requiera que las operaciones en euros se realicen en suelo europeo.