Ferrolineras: donde los coches eléctricos se recargarán a todo tren

En 2020, Adif lanzó su oferta genérica: un listado con 400 ubicaciones que, a priori, determinó que eran susceptibles de albergar puntos de recarga conectados a la red ferroviaria. Ahora, un año después, operadores nacionales e inversores extranjeros han presolicitado 165 de esos enclaves . Adif está estudiando la viabilidad, caso por caso. Si el informe es positivo, sacará a licitación cada uno de esos puntos, para que quienes han mostrado interés en ellos puedan pujar y emprender la construcción de las ferrolineras. Parte de la electricidad a utilizar es la que generan los trenes al frenar, la energía cinética que devuelven a las catenarias.

Lo que todavía es una incógnita es cuándo se harán realidad esas instalaciones. «Es muy difícil hablar de plazos», explica a ABC el subdirector de Innovación Estratégica de Adif, José Conrado Martínez . Este organismo está acelerando al máximo el trabajo, pese a las limitaciones de medios de Adif, porque este ambicioso proyecto extra ha sido asumido por las mismas unidades que tienen que atender las funciones que realmente son propias de esta entidad, la gestión de las infraestructuras ferroviarias españolas. «Nos encantaría poder contestar en tres o cuatro meses la viabilidad de los puntos de recarga que han sido solicitados por los operadores y, de esa forma, empezar con las licitaciones», afirma la directora de Desarrollo de Nuevos Negocios de Adif, Dolores Alonso . Ese es el deseo.

«En este proyecto no nos mueve el negocio sino cubrir los huecos a los que se enfrenta el despliegue de la red de recarga del coche eléctrico en España y, de esa forma, contribuir a la movilidad sostenible y a los objetivos de descarbonización», subraya Dolores Alonso.

La patronal española de los fabricantes de automóviles, Anfac , reconoce el valor estratégico de este esfuerzo en el que se ha embarcado Adif con sus departamentos de innovación y gestión. Desde Anfac insisten en que urge impulsar la creación de una red de puntos de recarga que faciliten realmente el uso del coche eléctrico en España.Y, en estos momentos, las ferrolineras pueden ser una fórmula idónea para ello, no solo por el número de nuevos puntos de recarga sino por su distribución geográfica, más allá de los grandes núcleos urbanos.

«Para cumplir con los objetivos de implantación del coche eléctrico que se ha marcado España, de aquí al año 2030 deberíamos multiplicar casi por 30 el actual número de puntos de recarga, y hacerlo, además, garantizando capilaridad para cubrir al máximo la geografía nacional, prioritariamente los grandes ejes de carreteras», explica la directora del área de Industria y Medio Ambiente de Anfac, Arancha García .

Las ferrolineras son una baza para esa capilaridad. Un ejemplo: en el eje carretero que conecta Madrid con Zaragoza y Barcelona, el proyecto de Adif permitiría crear puntos de recarga intermedios en localidades como Medinaceli (Soria) o Alhama de Aragón (Zaragoza).

Félix Izquierdo, jefe de desarrollo comercial en la Dirección de Explotación de Adif , destaca que el proyecto de las ferrolineras también es punta de lanza para acercar el desarrollo de la electromovilidad al medio rural, a la España despoblada.

Según los datos recopilados por Anfac, en España hay actualmente 11.847 puntos públicos de recarga . Para cumplir los objetivos de expansión del coche eléctrico «debería haber 340.000» , indica Arancha García. Y con más potencia. Ahora el 86% de los existentes no pasan de 22 kilovatios (kW), que necesitan un mínimo de tres horas para recargar un coche al completo. De más de 250 kW, que recargan un coche en diez o quince minutos, solo hay 66 puntos en toda España.

En esto también son una ventaja añadida las ferrolineras impulsadas por Adif, porque todas ellas serían puntos de recarga rápidos o ultrarrápidos. Y, como subraya Arancha García, para hacer atractivo el coche eléctrico es imprescindible, entre otros factores, disponer de una red de recarga extensa y rápida, «que el tiempo dedicado a recargar el coche sea lo más parecido al de repostar un vehículo en la gasolinera».

España tiene que pisar el acelerador para cumplir con todos esos retos, porque va muy rezagada. Según el barómetro trimestral de electromovilidad que elabora Anfac, nuestro país es el penúltimo en el ránking europeo, solo por delante de República Checa. España solo consigue 8,3 puntos sobre 100 en esta evaluación. La media de la UE-14 es de 22,9 puntos. El ránking lo lideran Noruega, Países Bajos, Francia y Alemania.