¿Qué factores influyen en el precio del seguro?

Los jóvenes de entre 18 y 24 años pagan de media por su póliza un 37,6% más que la siguiente franja de edad (25 a 29 años). Esto es debido a su inexperiencia. Los conductores de más de 70 años, aunque por sus capacidades podrían estar más penalizados, pagan menos que cualquier otro usuario porque también hacen un uso mucho menor del vehículo. Lo que las compañías ya no hacen es una discriminación por género: se prohibió en 2012. Hasta entonces ellas se beneficiaban de precios más bajos por su menor siniestralidad en carretera.

Las políticas de tarificación de las aseguradoras contemplan, entre otros factores, el estado civil del asegurado. Los casados pagan de media mucho menos , 309 euros, por debajo de las parejas de hecho (329) o de personas viudas (333). Los más penalizados son divorciados (342 euros), solteros (351 euros) y separados (358). Esta discriminación se basa en estadísticas de siniestralidad de esos colectivos así como en sus costumbres sociales.

No es lo mismo contratar un seguro de automóvil en una ciudad o comunidad autónoma que en otra. Ceuta y Melilla soportan las primas más altas, con 408 euros, seguidas de todas las autonomías de la cornisa cantábrica salvo País Vasco –Galicia (373), Cantabria (373), Asturias (372)– y Murcia (367 euros). Aragón es la comunidad con seguros más baratos: 272 euros de media . Los motivos para esas diferencias son varios. La climatología hace que el norte haya sido tradicionalmente el más penalizado: lluvias, nieve y hielo afectan al estado de las carreteras y elevan el riesgo de accidente. La orografía acusada –más curvas–, las estadísticas de accidentes y las tasas de delincuencia –los mayores robos en Ceuta y Melilla hace que allí sea más caro– impacta en el precio.

La prima se va encareciendo poco a poco según la antigüedad del vehículo, desde los 295 euros de media que se paga por una póliza para un automóvil recién comprado, hasta los 336 para aquellos con más de 20 años. Los automóviles más viejos son más propensos a sufrir averías. Pero también influye el tipo de combustible, siendo más caro un diésel (332 euros) que un gasolina (312); el uso del vehículo –los profesionales pagan más (414) que un usuario de fin de semana (319)–, y si se «duerme» en la calle (351 euros), en un aparcamiento individual (322) o en un garaje colectivo (316).

El color del coche no influye en el precio del seguro . Por ejemplo, existe la leyenda urbana de que es más caro asegurar un vehículo rojo. Lo cierto es que ese el el color más comprado por los jóvenes, y a estos se le penaliza en la prima por su inexperiencia, no por el color del coche. Existe la creencia de que los coches nuevos y con más extras soportan un seguro más caro por ser más atractivos para los ladrones. Falso: sobre la prima incluye más el hecho de que es un vehículo que en teoría va a sufrir menos averías.