Los fabricantes de EE.UU. piden ayudas públicas como las del sector financiero

La campaña presidencial en Estados Unidos y las masivas ayudas que el sector financiero está recibiendo para evitar el descontrol de la crisis económica pueden favorecer el intento de Detroit de obtener 25.000 millones de préstamos federales para salir del agujero en que se encuentra.
General Motors (GM), Ford y Chrysler acumulan en los tres últimos años decenas de miles de millones de dólares en pérdidas por la dramática caída de sus ventas en EE.UU.
Los tres grandes de Detroit están embarcados en una reestructuración sin precedentes, con la eliminación de miles de puestos de trabajo y el cierre de factorías. Pero para modificar su estructura y aguantar hasta que los cambios hagan efecto, las tres empresas necesitan miles de millones de dólares que los mercados financieros no pueden proporcionar.
Así que Detroit quiere que Washington facilite la concesión de 25.000 millones de dólares en préstamos, a una tasa de interés inferior a la que ofrecen los mercados, para asegurar su supervivencia.
La semana pasada, el presidente y consejero ejecutivo de General Motors, Rick Wagoner, acudió a la capital estadounidense para reiterar que el sector del automóvil necesita ese dinero y que nadie debería entender la ayuda como un rescate. GM se juega mucho en ese paquete de medidas económicas. Gran parte del dinero liberado por Washington serviría para desarrollar nuevas tecnologías en el creciente sector de los vehículos eléctricos e híbridos. El martes, GM celebró su centenario y el plato fuerte de las ceremonias organizadas por la empresa fue la presentación del modelo de producción del Chevrolet Volt, un auto que Wagoner considera revolucionará la industria y permitirá que GM recupere su pasado esplendor.
La parte más crítica del vehículo, que debería estar en el mercado en el 2010, son las baterías. Los ejecutivos de GM han afirmado que si ese componente estuviese listo, el Volt sería ya una realidad en las calles.
Y más importante que esto, la tecnología del Volt que saldrá en el 2010 será sólo la primera versión de un equipo que tendrá que evolucionar a grandes pasos en los años siguientes. Pero para eso, GM -y el resto del sector- necesita esos miles de millones que Washington puede proporcionar.
La buenas noticia para el sector es que todo parece ir a su favor para que los fondos necesarios sean liberados.
La Casa Blanca del saliente presidente George W. Bush está dispuesta a apoyar la propuesta en parte porque el candidato republicano a la presidencia, el senador John McCain, aprueba ahora la concesión de los préstamos tras oponerse inicialmente a la idea.
El senador Barack Obama, candidato demócrata a la presidencia, también ha lanzado su apoyo a las peticiones de Detroit. Además sería muy impopular negar los préstamos al sector del automóvil, que emplea a centenares de miles de personas en todo el país, cuando en los últimos días, Washington ha metido decenas de miles de millones de dólares para salvar empresas del sector financiero.
AP
Chrysler también está en aprietos, junto a Ford y GM. En la imagen, conjunto de Jeep sin vender
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