El nuevo gerente de explotación YPF, investigado de cerca por la justicia argentina

Espinosa se ha desempeñado, hasta ahora, como presidente de la empresa estatal Enarsa . Un cargo que ha logrado mantener a pesar de la fuerte polémica a la que estuvo expuesto en 2007. Espinosa estuvo involucrado en el escándalo que se desató cuando el empresario venezolano Antonini Wilson , quien era parte de una delegación oficial venezolana que visitaba Argentina, fue interceptado en el Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires portando 800.000 dólares no declarados en una valija, aunque luego pudo salir del país. Espinosa fue el funcionario que contrató el charter con el que Wilson ingresó en el país iberoamericano y desató el denominado «valijagate» , que tuvo repercusiones, políticas y judiciales, en Venezuela, Uruguay y Estados Unidos.

De esa polémica Espinosa pudo salvarse. La investigación judicial en Argentina se centró en otro funcionario (Claudio Uberti, quien era responsable del contralor de las concesiones viales y renunció tras el escándalo) y el presidente de Enarsa evitó perder su cargo al afirmar que no había sido él quien había decidido la lista de pasajeros de ese charter que trasladó de Caracas a Buenos Aires a Antonini Wilson (quien todavía tiene pedidos de extradición de Argentina y Venezuela y estaría aún en Miami). Hasta ahora la causa judicial no ha logrado determinar con qué fin era ingresado el dinero , aunque hubo especulaciones acerca de que su destino era financiar la campaña presidencial de Cristina Kirchner.

No es la única denuncia que arrastra Espinosa. De acuerdo a un artículo del Diario Perfil de Buenos Aires, el nuevo gerente de YPF habría recibido pagos de dos empresas privadas cuando todavía era funcionario estatal. El medio denunció que Espinosa seguía figurando como funcionario de la petrolera Oil M&S, propiedad del empresario kirchnerista Cristóbal López, dos años después de haber sido nombrado titular de la empresa estatal Enarsa. En 2007, también denunció el medio, habría recibido pagos de YPF. Detalles que no figuran en su declaración jurada y por los cuales enfrenta una denuncia ante la Oficina Anticorrupción en Argentina.

Exequiel Espinosa ha sido hasta ahora el único presidente de Enarsa , una petrolera estatal creada en 2004 durante la administración de Néstor Kirchner con el poder para desarrollarse en casi todo lo relacionado con la energía: desde la exploración y explotación de hidrocarburos, pasando la prestación del servicio público de transporte, hasta la distribución de gas natural. Y con ello recuperar el papel estatal en el campo energético.

Pero hasta ahora su desempeño ha dejado bastante que desear. «Es una empresa que tiene todo el mar adjudicado por lo que no necesita presentarse a licitaciones. Elude el llamado a licitaciones mediante la asociación con terceras empresas», explicó desde Buenos Aires a ABC Félix Herrero, del Instituto de Proyectos de Proyecto Sur. « No conocemos sus costos, ni sus utilidades . Y no han desarrollado la exploración que el mar argentino necesita».

Ya durante su creación Enarsa había suscitado críticas por parte de la oposición, que vio en la creación de una empresa estatal mediante la figura de sociedad anónima una forma de escapar los controles públicos. Así la empresa, aunque tiene fines energéticos, se comporta como una empresa comercial.