Hazte premium Hazte premium

Estas son las etiquetas que engañan al consumidor sobre el origen de los alimentos envasados

Indicar el país de procedencia de los productos procesados solo es obligatorio cuando omitirlo lleve a confusión al comprador, según la normativa europea que entró en vigor el pasado abril

OCU: «La información sobre el origen de los alimentos se pierde cuando la materia prima es procesada» ADOBESTOCK
Teresa Sánchez Vicente

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La normativa sobre la indicación del origen de los alimentos sigue siendo insuficiente. Desde la Organización de Consumidores OCU denuncian que persiste la falta de detalles sobre la procedencia de gran parte de los alimentos que podemos encontrar en ls estanterías del supermercado. En este sentido, la OCU recuerda que señalar el origen es obligatorio para todos los alimentos frescos, frutas verduras, huevos, carnes y pescados y también para el aceite de oliva virgen o la miel. Además, desde hace casi dos años, los productos lácteos deben detallar su origen en el etiquetado, aunque esta medida se aprobó con carácter temporal y está por ver si sigue vigente en el tiempo.

Sin embargo, en otros alimentos, como los envasados, la indicación solo es obligatoria cuando su omisión puede llevar a confusión al consumidor o cuando la procedencia del ingrediente primario es diferente al lugar de fabricación del producto completo. Es decir, si compras una naranja podrás saber de dónde proviene, pero, en ocasiones, no ocurre lo mismo si optas por adquir un zumo de fruta envasado.

Ante este escenario, desde la OCU subrayan que, al final, «estas indicaciones pueden ser muy vagas» y por tanto, el consumidor queda «en una posición de vulnerabilidad ante la falta de información o información poco clara». «La información sobre el origen de los alimentos se pierde en el momento en que la materia prima es procesada», añaden.

En este sentido, desde la OCU destacan casos de marcas que venden judías verdes con etiquetas en las que se indica «Elaboradas en Navarra», pero en las que el producto se ha cultivado en Francia o lentejas pardinas que se comercializan como si fueran asturianas, pero que tienen su origen en Estados Unidos. También ponen como ejemplo una mermelada en cuyo bote se añaden dos direcciones postales , una en el Reino Unido y otra en Malasia sin especificar en cuál de los dos países se ha producido, envasado o exportado. En la lista de casos de productos confusos añaden una lata de melocotón en conserva en el que se dice dice «fabricado en UE» y «envasado en origen», pero sin concretar el lugar.

Para terminar con estas con estas confusiones, desde la asociación de consumidores apuestan por restringir indicaciones como «UE y fuera UE» o la «zona FAO» en productos de la pesca; que se indique el porcentaje que corresponde a cada región si el producto viene de vari os; que se supriman ambigüedades y frases como «el ingrediente primario no es originario del lugar de procedencia del alimento» y por último, que cuando el país de origen del alimento no coincida con el de la empresa responsable de la marca o envasadora, se informe en la etiqueta.

Más Europa

La normativa europea que entró en vigor el pasado abril -y que pasó desapercibida por la pandemia- apuesta por englobar a los alimentos dentro de Europa en vez de concretar por estados. Así se dan como opción estas tres indicaciones: «UE»; «fuera de la UE»; y «UE y fuera de la UE ». De este modo, para los alimentos envasados solo será obligatorio indicar el país de origen cuando omitirlo pueda llamar a engaño al consumidor sobre el origen real del producto o en el caso de que la procedencia del ingrediente primariose difiere del lugar de fabricación del producto

A este respecto, la semana pasada, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció que la normativa que armoniza la indicación obligatoria del país de origen o del lugar de procedencia de los alimentos no prohíbe que las autoridades de los Estados miembros impongan menciones adicionales , en los casos en los que sea necesario para evitar engaños de las marcas y fabricantes a los compradores.

El TJUE señala que el reglamento europeo sobre información alimentaria establece, de modo armonizado, la indicación obligatoria del país de origen o lugar de procedencia de los alimentos distintos a algunas categorías de carne «en los casos en los que la omisión de esta indicación pueda inducir a error a los consumidores». No obstante, el fallo añade que esta armonización «no se opone a que los Estados miembros adopten medidas que establezcan menciones obligatorias adicionales».

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación