El espejismo de la recuperación: casi la mitad de las empresas empeora sus ventas hasta final de año

El supervisor ha publicado los resultados a una encuesta realizada a empresas que arroja como principal resultado que el corto plazo es más negro que blanco. Casi la mitad (48,5%) de las compañías declara haber detectado una bajada de su facturación en el cuarto trimestre respecto al periodo inmediatamente anterior. Además, «la disminución observada ha sido calificada como de magnitud significativa por casi una cuarta parte de la muestra (un 23,9%)».

En términos interanuales, el estudio explica que la intensidad de la caída de las ventas, esta vez en términos interanuales, está siendo «muy elevada»: « Un 36,3% de las sociedades declara disminuciones superiores al 15% . El descenso medio para el total de las empresas de la muestra asciende a casi un 10%». En otras palabras, que de media se están perdiendo uno de cada diez euros que se facturaban el año pasado.

De cara al primer trimestre de 2021 las expectativas tampoco son halagüeñas. El golpe del Covid-19 continuará siendo notable: «Las perspectivas continúan sin ser favorables, pues un 45,9% de las empresas ha señalado que espera una disminución adicional de su facturación en ese período». En términos de empleo, eso sí, el tejido productivo señala una mayor estabilidad; no habría relación entre la caída de las ventas y el mercado laboral. «Aunque casi un 25% de las empresas manifiesta haber reducido su cifra de trabajadores en este trimestre, la mayor parte de las sociedades habría mantenido estable o incluso aumentado levemente su plantilla en ese período (cuarto trimestre). Respecto a las perspectivas para el primer trimestre del próximo año, las empresas anticipan que el tamaño de su fuerza laboral será muy similar al del trimestre actual», dice el Banco de España.

Pese a todo, se da mucha heterogeneidad entre compañías. La encuesta muestra que las empresas vinculadas a servicios con restricciones (hostelería, por ejemplo) son las que «están evolucionando de forma más negativa». Asimismo, aquellas compañías que han experimentado caídas en ventas también están sufriendo misma tendencia en cuanto a los precios, presionando a la baja los márgenes empresariales.

Así las cosas, el tejido productivo tiene claro que la incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la política económica es uno de los principales causantes de sus males. Todo unido, también, a que en ese escenario se experimenta una bajada de demanda que impacta directamente en sus cuentas.