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España pierde casi 300.000 jóvenes empresarios en una década

El tejido empresarial envejece: se dispara hasta en un 25% el número de autonónomos mayores 45 años, los que sufrieron más el impacto de la crisis

Muchos de los negocios que los jóvenes pusieron en marcha durante la crisis han echado el cierre ABC
Susana Alcelay

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La crisis golpeó con fuerza el mercado de trabajo, se tragó más de 3,5 millones de empleos en seis años, pero también despertó el espíritu emprendedor de los españoles, culturalmente adversos al riesgo , y se convirtió en una oportunidad para los nuevos negocios. Las empresas innovadoras comenzaron a multiplicarse por la calidad de sus ideas y el impacto sobre el empleo fue determinante para la recuperación económica que llegaría en 2014.

La escasez del trabajo para toda la vida tampoco dejó muchas opciones a los jóvenes y, sobre todo, a los «senior», que en masa fueron expulsados del mercado laboral. En aquellos años la conjunción entre más edad y mayores sueldos se convirtió en una bomba de relojería que terminó estallando y modificando para siempre la estructura del mercado de trabajo.

Las estadísticas de los últimos diez años reflejan que muchos de los negocios que se pusieron en marcha por los más jóvenes durante la crisis han terminado echando el cierre mientras que, por el contrario, han ido creciendo a ritmo de dos dígitos los puestos en marcha por los profesionales de más edad. Dicen que no suele ser muy recomendable el maridaje entre la necesidad y el emprendimiento, pero en los últimos años es una relación más que frecuente y la estadística refleja que son muchos los casos de triunfo en proyectos motivados por la necesidad.

Pérdida de afiliación

En la última década España ha perdido 267.795 jóvenes empresarios. A excepción de la franja de edad entre 16 y 19 años, los menores de 40 años han perdido afiliados en la Seguridad Social en los últimos 10 años. El descenso ha sido del 32,1% en la franja que va de los 30 y 34 años y del 17,5% entre 35 y 39 años, es decir en este caso casi 80.000, según datos de ATA, la mayor organización de autónomos , que toma como referencia el último día de agosto de 2009 y 2019.

Por el contrario, los autónomos de más de 40 años se han incrementado en los últimos diez años. Un aumento que se explica, por un lado, en la consolidación de los negocios por parte de los profesionales de esta edad y, por otro, por las nuevas altas de efectivos de más de 45 años, los que sufrieron más las embestida de la crisis y terminaron encontrando en el autoempleo una salida profesional que acabó en éxito.

La jubilación activa se dispara

Crece, por tanto, la edad media del tejido empresarial en España sustentada por medidas como la jubilación activa, que permite trabajar y cobrar pensión con la finalidad última de contribuir a la sostenibilidad del sistema de pensiones y promover el envejecimiento activo. En diez años se ha duplicado el número de autónomos de más de 65 años, que ha pasado de 66.079 en agosto de 2009 a 124.675 en agosto de 2019. En el mismo periodo el incremento de pensionistas pone de manifiesto cómo la jubilación activa ha hecho que este incremento en los últimos cinco años haya sido menos de la mitad (un 5,9%) que en los asalariados en los últimos cinco años (14,7%).

Facilitar el acceso a la tarifa plana

Aunque fueron la esperanza del empleo en España cuando el mercado de trabajo comenzaba a recuperarse de la conmoción de la crisis, los emprendedores se quejan hoy de que son muchas las trabas para poner en marcha un negocio. Financiación, cotizaciones, trabas administrativas... son losas en muchas ocasiones imposibles de afrontar. «Es fundamental eliminar las trabas que siguen encontrando los jóvenes empresarios para iniciar una actividad. Y, por supuesto, ayudarles a consolidar esos negocios que vertebran pueblos y crean economía y dan empleo», asegura a ABC Fermín Albaladejo, presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Jóvenes Empresarios ( Ceaje ).

¿Sus recetas? Propone recuperar el emprendimiento joven como medidas como facilitar el acceso a la tarifa plana a los autónomos societarios, al igual que lo hacen los autónomos persona física. «Necesitan un entorno fiscal adecuado en los primeros años de actividad y seguridad jurídica para emprender sin miedo . España no se puede permitir el lujo de perder jóvenes empresarios. Algo falla, cuando en otros países crecen y aquí se pierden. Hay que tomar medidas rápidas o nos condenamos a una lamentable falta de espíritu empresarial», concluye.

Suprimir Sucesiones

Para Lorenzo Amor, presidente de ATA, es fundamental «facilitar el reemprendimiento para que un fracaso no sea un abandono definitivo de la carrera empresarial. Hay que fomentar —dice—el relevo generacional y la sucesión empresarial eliminando completamente el impuesto de sucesiones y donaciones para transmisiones empresariales entre familiares». Añade que «es necesario ampliar la jubilación activa al 100% a todos los autónomos, a la vista de los excelentes resultados que está dando la actual normativa. Si algo funciona, hay que ampliarlo y fomentarlo», señala Amor.

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