La economía española encabeza las revisiones al alza de Bruselas

Por otro lado, la CE prevé que el déficit público español se reduzca en 2017 hasta el 3,2% del PIB , una décima por encima del objetivo del 3,1% pactado con Bruselas, y que en 2018 se sitúe en el 2,6%, frente al 2,2% acordado.

En cuanto al empleo, el Ejecutivo comunitario calcula que la tasa de paro se reducirá del 19,6% en 2016 al 17,6% este año y al 15,9% el próximo. Bruselas espera que las exportaciones se aceleren en 2017 y se moderen en 2018, y que las importaciones crezcan siguiendo este mismo patrón pero a un nivel menor, lo que permitirá que el comercio haga «una contribución positiva al crecimiento».

El lado negativo de la opinión de la Comisión es Grecia, que rebaja sus previsiones de mejora, debido precisamente a los retrasos que ha sufrido la negociación del rescate, a causa de las reticencias del Gobierno populista de Syriza a la hora de poner en marcha las reformas que se le exigen desde las autoridades de las instituciones. Aunque la entrega de dinero ha sido desbloqueada, el retraso ha dañado la marcha de la economía.

Las previsiones se establecen teniendo en cuenta lo que los expertos comunitarios llaman la premisa del no cambio de políticas. Es decir, que en el caso de España se entiende que esperan que ese aumento en la tasa de crecimiento se produzca si el actual Gobierno de Mariano Rajoy mantiene su rumbo . No se tienen en cuenta los problemas para la confección de un presupuesto, de lo que se supone que espera que se apruebe en plazo.

El resultado de las elecciones presidenciales en Francia no estaba previsto, como es natural, en los pronósticos de la Comisión, pero todos los actores económicos saben que se trata de un factor que puede cambiar el entorno económico , si el nuevo presidente Emmanuel Macron es capaz de poner en marcha algunas de las reformas que ha anunciado que están en línea con las reglas del pacto de estabilidad.

También serán relevantes las elecciones alemanas de septiembre, en las que según fuentes parlamentarias germanas es posible que entre en juego un factor hasta ahora tabú, como la cuestión del superávit presupuestario del que dispone Berlin y que Bruselas pide que reduzca para estimular las economías de los países vecinos. Es muy posible que la canciller Angela Merkel haga propuestas electorales que contengan bajadas de impuestos y aumento del gasto público en infraestructuras, lo que sería muy bueno para los países más relacionados con la economía alemana, Francia y España incluidos.