Escrivá se alza contra Madrid con el impuesto a las rentas altas

En relación a esta posibilidad, el ministro consideró que se trata de una idea que «hay que seguir explorando y tiene mucho recorrido». «El concepto de una compensación para aquellas personas que viven en zonas con menos aglomeración y no tienen las economías que genera vivir en grandes espacios donde la productividad es mayor es algo que se ha estudiado y tiene mucho sentido», añadió.

En la misma línea, planteó que, en un momento en que a nivel mundial «se avanza hacia evitar la competencia fiscal entre países en distintas figuras tributarias, no tiene mucho sentido que a nivel autonómico en España estemos recorriendo el camino contrario». «Tenemos que tener bases tributarias sólidas, fuertes, expandidas y que no estén sometidas a procesos de deslocalización. Debemos abordar este asunto de una forma decidida», sostuvo Escrivá. Este discurso se enmarca, asimismo, en el clima de presión de Podemos para subir los impuestos ya en 2022, y a la espera de una reforma fiscal integral para 2023.

A este respecto, Ximo Puig recalcó que no cree que tenga «ningún sentido que haya ‘dumping’ fiscal» en España cuando se intenta establecer un «suelo fiscal» en los países desarrollados.

«Los regalos fiscales siempre acaba pagándolos alguien», criticó el también secretario general del PSPV-PSOE, al tiempo que apostó por armonizar los impuestos en el conjunto de la Unión Europea para implantar una base común y que «realmente exista igualdad de oportunidades».

Por otra parte, el ministro Escrivá también aprovechó para acusar a la la Comunidad de Madrid de haberse ahorrado cerca de 75 millones de euros con la introducción del IMV, una cifra que -según aseguró- «probablemente llegue a 150 millones este año». Además, denunció que el Gobierno presidido por Díaz Ayuso ha mostrado «muy poco interés en las políticas sociales» que complementen esta prestación. «Más bien lo han utilizado para ahorrar», acusó Escrivá.

«Parece que también querían ahorrarse ayudas de comedor para los niños más vulnerables con el argumento espurio de que no tenían la información adecuada», criticó el ministro.

Desde Madrid, el consejero de Economía y Hacienda, Javier Fernández-Lasquetty, reaccionó rápidamente a esta amenaza de un miembro del gabinete de Sánchez. El responsable autonómico afirmó que «gracias al señor Escrivá, que siempre se va de la lengua, por fin sabemos que es el Gobierno de Pedro Sánchez el que quiere imponernos un impuesto a los madrileños por ser madrileños». A juicio del consejero del Ejecutivo de Ayuso, «es una persecución fiscal, una madrileñofobia. Ir contra los madrileños por el simple hecho de ser madrileños, porque no votamos al partido del señor Sánchez».

Fernández-Lasquetty respondió al Gobierno que «ya está bien. A Madrid le va bien con impuestos bajos como los que se han aplicado en la comunidad durante dieciséis años. Unos impuestos bajos que vamos a seguir bajando, como el de la Renta y el de Sucesiones».

El consejero autonómico recordó que este recorte fiscal es «el compromiso de Isabel Díaz Ayuso con los madrileños. Es lo que vamos a seguir haciendo, por más que al señor Sánchez y a las personas que le acompañan en el Gobierno lo que les gustaría es que los madrileños nos friéramos a impuestos , como ellos quieren hacer, y nosotros no lo vamos a consentir».

Hay que recordar que uno de los compromisos de Ayuso en su discurso de investidura fue la bajada de medio punto en el Impuesto sobre la Renta para el próximo año.