Los grandes errores en la intervención de Bankia
El momento elegido para anunciar la nacionalización de la matriz de Bankia ha puesto en el disparadero a la entidad y a sus miles de pequeños accionistas
maría cuesta
La llegada del Estado al capital de Bankia ha revolucionado a todo el sistema financiero español. Y no por la intervención en sí, de mayúsculas proporciones, sino por las formas en que se ha estructurado . La nacionalización de la matriz de la cuarta ... entidad financiera de España se barruntó el miércoles de la semana pasada. Habían pasado tres días desde la atropellada salida de su presidente, Rodrigo Rato, y aún quedaban otros tres para que saliera a la luz una nueva regulación para el sector, que eleva las exigencias de capital para sanear ("esta vez sí") el balance de las entidades.
Una cadena de errores que ha dejado en el disparadero a uno de los gigantes bancarios de nuestro país y a sus miles de pequeños accionistas. Casi 400.000 inversores acudieron a comprar acciones de Bankia en su debut bursátil , que ahora acumulan pérdidas de casi el 70% (la entidad se estrenó en los mercados a 3,75 euros y ahora cotiza a poco más de un euro). En su mayoría fueron pequeños accionistas y clientes de la caja, pues desde la entidad se hizo buen uso del fuerte arraigo de su marca y su extensa red de oficinas. Ahora, el malestar es creciente.
La de Bankia no es, ni mucho menos, la primera nacionalización de nuestro país . El largo proceso de intervención de entidades financieras tuvo su primera víctima el 29 de marzo de 2009 con Caja Castilla-La Mancha. Le siguieron Cajasur, la CAM, Catalunya Caixa, Unnim, Novacaixagalicia y Banco de Valencia. En todos los casos, la tranquilidad de los impositores ha sido la máxima a seguir, pero en Bankia algo ha fallado.
El momento de la intervención ha sido el punto más cuestionado . El anuncio un viernes, con los mercados cerrados y un fin de semana por delante en el que explicar la operación habría introducido serenidad a la operación. Además, habría dejado un mayor margen de actuación al Gobierno, que habría podido preparar mensajes de calma a los clientes.
Las mayores exigencias de capital anunciadas por el Ministerio de Economia el viernes pasado tampoco han ayudado a clarificar el futuro de la entidad. Si bien la nacionalización inicalmente anunciada afectaba a la matriz BFA, la nueva normativa pone en una situación crítica a la propia Bankia . Ya ha reconocido que necesita 4.813 millones más (que se suman a los 5.070 millones de la primera reforma), una cifra que difícilmente podrá cubrir con fondos propios y la entrada del Estado, vía CoCos o capital, parece inesquivable. Demasiadas dudas para un mercado que más que nunca ansía certezas .
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