entrevista con empresa
«EE. UU. percibe que España hace los deberes y saldrá del túnel»
El presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos asegura que «el pacto fiscal entre las fuerzas políticas norteamericanas es vital para estabilizar la economía»
m. j. pérez
Jaime Malet es un reconocido empresario español, con una importante experiencia en relaciones internacionales. En su cuarto mandato como presidente de la Cámara de Comercio de EE.UU . en España es ya un interlocutor clave entre ambos países . Una ... de sus participaciones recientes más importantes fue la que protagonizó en febrero junto al embajador de EE.UU. en Madrid, Alan Solomont, en Washington en la «Global Business Conference» -una iniciativa lanzada por la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, para incrementar el potencial económico del país, en la que se reunió a diplomáticos estadounidenses, cámaras de comercio de EE.UU. y multinacionales de matriz norteamericana-.
«No hay que ver a España como un país pequeño en una punta de Europa . El mercado español es casi igual de grande que el de Brasil, igual de tamaño que el de India, y más grande que el de México; esa es la realidad que importa a los empresarios», explica Malet que añade: «el destacado papel que se le dio a España en aquellas jornadas supuso un aval a las reformas que está haciendo el Gobierno y que van totalmente en la línea de las recomendaciones desde la Cámara de Comercio Americana, para lograr un país más competitivo y productivo».
-Tras las reformas puestas en marcha por el Ejecutivo de Rajoy, ¿ha cambiado la deteriorada imagen de España entre los inversores y empresarios norteamericanos?
-Algo sí. Si bien hay una enorme preocupación basada en cuatro puntos. El riesgo del euro, donde España está en el epicentro. La imagen exterior de España, que aún no es nada buena -lo que afecta a la percepción de las casas matrices de la compañías, que ven mucho riesgo para invertir en España-. Una reducción enorme del consumo y del mercado, que también afecta mucho a los planes del país. Y, por último, la percepción de que se están haciendo los deberes, de que se saldrá del túnel y de que ése será el motivo para volver a invertir en España.
-¿Qué falta por hacer para que los inversores norteamericanos, y por extensión los del resto del mundo, vuelvan a confiar en España?
-El definitivo regreso al equilibrio en las cuentas públicas, de forma que vuelva la confianza de los mercados en la economía española. Además, debemos intentar eliminar cuanto antes las duplicidades creadas por la superposición de las diferentes legislaciones estatales, autonómicas y municipales, y aligerar los procesos burocráticos en la administración. Una mejora en la eficiencia del sector público redundará en una reducción del gasto.
-¿Y en el ámbito educativo?
-Es un punto importantísimo. España no puede competir en mano de obra no cualificada por lo que debe optar por un modelo en el que se eduque en la aportación de valor añadido. El manejo del inglés es otro punto clave para la internacionalización de la economía. También se echa en falta una cultura del espíritu emprendedor en el país. Por último, en lo que concierne a la I+D+i, España debe involucrarse más en la defensa de la propiedad intelectual. A la hora de decidir una inversión de alto valor añadido intelectual, las empresas miran con lupa el marco legal, que en el caso español es incierto.
-¿Es Obama bueno para España?
-La imagen que se tiene entre los empresarios españoles sobre la Administración de Obama no puede ser mejor. Está ayudando muchísimo a dar estabilidad a la eurozona y ha echado una mano a nuestra administración. Las empresas españolas han sido muy beneficiadas por los estímulos económicos aprobados en EE.UU. El haber sido reelegido es muy positivo.
-¿Cómo y a qué nivel funcionan las empresas españolas en EE.UU.?
-Hemos protagonizado en parte una ola de inversión de Estados Unidos. España ha pasado de ser el 34º país inversor en el país al 13º actual. Somos uno de los principales inversores, con unos 50.000 millones de euros movidos allí. Es cierto que esas empresas se han concentrado en pocos sectores (infraestructuras, financiero, algo también de tecnologías y bastante en el de las energías, como la hidráulica). El reto inmediato es que las pequeñas y medianas empresas también se posicionen en el gran mercado, donde se les permite crecer.
-Hay cierto nerviosismo en torno al llamado «precipicio fiscal» de EE.UU.
-Llegan noticias positivas desde Washington. Se esta avanzando bastante en la negociacion, de dónde sacar más ingresos y de dónde reducir más gastos. Estoy convencido de que se llegará a un acuerdo antes de que finalice el año. Puede ser un compromiso temporal, que afectaría al crecimiento económico, o más definitivo, lo que supondría un importante avance en la economía del país y en la confianza de los mercados. Ha habido un nerviosismo enorme porque no hay aún acuerdo, lo que puede desencadenar una contracción de los estímulos fiscales que se llevarían por delante entre 2 y 4 puntos del PIB del año que viene, no es un tema baladí. Los inversores españoles esperan un acuerdo y que la primera economía del mundo se estabilice.
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