«Las empresas necesariamente tienen que ser protagonistas de la recuperación»

—¿Cómo surgió la iniciativa «Empresas que ayudan» y cuál es su objetivo?

—Desde el inicio de la crisis sanitaria, la sociedad española respondió como siempre hace, con responsabilidad y compromiso; los ciudadanos atendiendo las recomendaciones de las autoridades de permanecer en casa, los trabajadores de las actividades esenciales dándolo todo en primera línea, especialmente los sanitarios, y las empresas con acciones de solidaridad. Y lo hicieron las grandes compañías, las pymes y los autónomos de todos los sectores y en todo el territorio nacional, mostrando su rostro más social. También se han puesto de manifiesto otros valores que definen al mundo empresarial. Me refiero, por ejemplo, a su agilidad, su versatilidad, la capacidad de adaptarse en tiempo récord a situaciones nuevas e inesperadas. Es necesario resaltar esa capacidad de reacción de nuestros empresarios. Y el presidente de la CEOE quiso poner en valor todo ese esfuerzo colectivo y ayudar a seguir conectando necesidades de las personas más desprotegidas con las generosas aportaciones de miles de empresas que siguen sumando. Así nació Empresas que Ayudan (www.empresasqueayudan.es) en la Fundación CEOE.

¿Podría convertirse en un proyecto a más largo plazo, en una suerte de catalizador estable de la acción social empresarial, sobre todo para impulsar la de las pymes?

—La iniciativa nace con vocación de permanencia porque muestra lo que es la empresa en España. Una institución fundamental de la sociedad civil cuyo objetivo primordial es crear riqueza y empleo, pero que también tiene un permanente compromiso social a través de la responsabilidad social empresarial. Y en los momentos más complicados siempre está para arrimar el hombro. Así se demostró durante lo más duro de la crisis sanitaria que hemos vivido y así tiene que continuar para hacer frente a la crisis económica que ya tenemos entre nosotros. Las empresas necesariamente tienen que ser protagonistas de la recuperación. Más aún, sin ellas, sin contar con ellas, no habrá una recuperación sólida.

Además, este proyecto cuenta con un equipo de 25 personas de la organización que le dedican generosamente parte de su tiempo y con la colaboración de la organización territorial, que con su capilaridad nos hace llegar con eficiencia a cualquier rincón . Es reconfortante vivir cada día las pequeñas acciones que se atienden con la complicidad y compromiso de muchas empresas, algunas muy pequeñas o autónomos que también saben sumar con ilusión para no dejar a nadie atrás.

—¿Considera que esta respuesta a la crisis supondrá un antes y un después en la relación entre empresa y sociedad, en ocasiones marcada aún por desconfianzas y recelos

—Esta pandemia ha dejado mucho dolor en las familias españolas, miles de compatriotas han perdido a un ser querido, para ellos nuestro cariño y afecto. Pero también ha sacado lo mejor de nosotros, la solidaridad y la unidad de acción. Y en ese equipo de España, las empresas llevan la camiseta del compromiso con las personas, resistiendo durante el cierre de actividad y priorizando el empleo a través de Ertes y evitando despidos, y ahora, cuando iniciemos la desescalada y comience la actividad, favoreciendo la creación de valor y apostando por las personas como gran activo estratégico. Más allá de clichés y prejuicios antiguos y demagógicos, todo el mundo entiende que las empresas y la sociedad no son elementos extraños entre sí. Son lo mismo; las empresas son sociedad; se mueven, invierten, se modernizan y se transforman al mismo ritmo que la sociedad porque están hechas del mismo material, están hechas de personas.

—Cuando era ministra, aseguró en alguna ocasión que no hay mejor responsabilidad corporativa que crear empleo. ¿Tiene ahora especial vigencia esta idea, atendiendo al duro escenario al que nos enfrentamos?

—Efectivamente el empleo es la mejor política social, es el que le da independencia a la persona para hacer su proyecto de vida. Los mecanismos temporales de ayuda como las prestaciones de desempleo o subsidios son un elemento puente para volver al puesto de trabajo, pero es el empleo el que dignifica a la persona. Y l as empresas son las que crean empleo y cuidan el talento. No hay empresas sin trabajadores ni trabajadores sin empresa, forman parte del mismo equipo. La diferencia con otros momentos de la reciente historia económica de España es que contamos desde 2012 con unas normas laborales que responden al modelo de flexiseguridad y priorizan el empleo, que dan flexibilidad a las empresas para que ante situaciones de dificultad eviten despidos, y que da seguridad a los trabajadores que mantienen su empleo.

Los datos son contundentes, entre 2008 y 2011 en España se destruyeron 3,5 millones de empleos con la crisis económica. En esta crisis del Covid-19 con un parón de actividad superior al 50%, mayoritariamente las empresas han recurrido a la flexibilidad, con Ertes, manteniendo el empleo de más de cuatro millones de trabajadores con acuerdos entre los sindicatos y las empresas. Es una manera justa de resistir el cierre de la actividad no esencial y de dar confianza a las personas hasta el inicio de la recuperación.

—¿Cobrará a partir de ahora la RSC una mamayor importancia en las organizaciones?

—Las empresas están comprometidas con la RSC porque como agentes sociales que son, juegan un papel muy relevante en el desarrollo de la sociedad en la que operan. Por eso, no es casual que las economías más avanzadas y que ofrecen mayor nivel de bienestar a sus ciudadanos sean aquellas que cuentan con un sector empresarial más dinámico, moderno y con modelos de gestión más sostenibles. La capacidad de crecer, crear empleo y generar riqueza de las empresas depende de la calidad de sus modelos de gestión, de la participación de las partes interesadas y de las capacidades distintivas que sean capaces de desarrollar, que pueden acabar constituyéndose en ventajas competitivas.

—¿Se diluirá la sombra de marketing que a veces aún planea sobre estas políticas? ¿Se castigarán especialmente las tentaciones de «maquillaje»?

—Esta crisis cambiará muchas cosas en todos los aspectos de nuestras vidas, desde el impulso al teletrabajo o a la digitalización hasta avances en la gobernanza internacional en prevención de riesgos, etc. Pero el compromiso reputacional no tiene vuelta atrás. Cada vez exigimos más transparencia y más responsabilidad a todas las organizaciones e instituciones y las empresas hace tiempo que están liderando esa transformación.