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Las empresas familiares generan el 67% del total del empleo privado que se crea en España

Las que sobrevivieron a la crisis sacrificaron rentabilidad para mantener plantillas, según la patronal

Castilla-La Mancha es la comunidad en la que mayor porcentaje de empresas familiares se han creado FOTOLIA

MARIBEL NÚÑEZ

Las empresas familiares, pese a los cambios que ha impuesto la globalización económica, siguen constituyendo un pilar muy importante de la economía europea. En concreto, son responsables de la creación entre el 50 y el 80% de los empleos en la mayoría de países y suponen el 75% de la creación neta de empleo. La patronal europea del sector, European Family Businesses, calcula que por cada 4.000 nuevas empresas de este tipo que se creen las ventas globales subirían en alrededor de 1.000 millones de dólares en 2025.

En el caso de España este tipo de sociedades están dentro del Instituto de Empresa Familiar (IEF), que ha presentado un informe esta semana con unos datos plenamente coincidentes con la media europea, ya que suponen el 89% del total de empresas privadas, son responsables el 57,1% del valor añadido bruto del sector privado y generan el 67% del empleo del sector privado, equivalente a 6,58 millones de puestos de trabajo, frente a los 3,28 millones de empleos de las empresas no familiares.

Una de las conclusiones del estudio, cuya elaboración ha costado dos años y el trabajo de 38 cátedras universitarias y de cerca de 80 investigadores, es "el compromiso de los empresarios familiares con el empleo, aunque sea a costa de perder competitividad y rentabilidad. El grueso de la destrucción de puestos de trabajo se ha concentrado en las empresas que han cerrado, ya que las empresas familiares que han seguido activas han incrementado el número de trabajadores por cada millón de euros ingresados, pasando de 4,7 empleados por millón de euros facturados en 2007, antes del inicio de la crisis, a 5,1 trabajadores en 2013. Por su parte las empresas no familiares han sobrevivido a la crisis mediante ajustes en el empleo, pasando en este mismo periodo de 3,1 a 3 trabajadores por millón ingresado". Javier Moll, presidente del Instituto de la Empresa Familiar, aseguró durante la presentación del estudio que "en este cálculo han quedado fuera las empresas con forma jurídica diferente a las sociedades anónimas y sociedades lmitadas y los autónomos, por lo que las cifras resultantes son conservadoras".

Por su parte, el director del IEF, Juan Corona, destacó que "a igualdad de euro ingresado han seguido incrementando el volumen de empleo e insitió en que "han asumido perder dinero" pero mantener o aumentar los puestos de trabajo.

Castilla-La Mancha es la Comunidad Autónoma en la que mayor porcentaje de empresas familiares se han creado. Así, se posiciona en primer lugar con un 94,3%, seguida de Murcia y Galicia con un 92,5% y un 92,4%, respectivamente.

Por el contrario, es en País Vasco, Madrid y Barcelona en las Comunidades donde se encuentran un menor número de este tipo de empresas, siendo del 84,4% en la primera y del 85,6% en las otras dos.

Por otro lado para Galicia, Extremadura y Murcia las empresas familiares suponen el 85%, el 84% y el 82%, respectivamente, del valor añadido bruto. En el lado opuesto se encuentran Madrid, con un 39,2%, País Vasco, con un 42,6%, y Navarra, con un 50,1%. En relación al empleo generado por cada Comunidad, Castilla-La Mancha encabeza la lista con un 94,3% del total, seguida de Murcia y Galicia, con un 92,5% y un 92,4% respectivamente.

Asimismo, las comunidades que menos empleo generan son País Vasco, con un 84,4%, y Barcelona y Madrid, con un 85,6%.

Menor nivel de deuda

Las empresas familiares presentan ratios menores que las no familiares, tanto en el momento de entrada como en el de salida de la crisis. En 2007 el ratio de endeudamiento de las empresas familiares era del 67,2% y en 2013 del 73%, mientras que el de las no familiares antes de la crisis era del 68,7% y ha aumentado hasta el 92,9%.

La longevidad de las empresas familiares es de 33 años , muy por encima de la antigüedad promedio de las empresas españolas, que se sitúa en los 12 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Estas compañías también apuestan por la incorporación de la mujer a la alta dirección empresarial. De este modo, el 73% de los equipos directivos de este tipo de empresas cuenta con presencia femenina, mientras que en el conjunto de las empresas españolas es tan sólo del 32%. De todos modos cabe recordar en este punto que la elevada presencia femenina tiene letra pequeña, en el sentido de que en muchos casos las mujeres que están al frente de las compañías son las dueñas o forman parte de la familia propietaria. Según el informe, el valor añadido que supone la empresa familiar al PIB es de 262,46 millones de euros, 49,3 millones más de lo que aportan las no familiares.

En cuanto al tamaño, Juan Corona no eludió el asunto y en el turno de preguntas incidió en que la reducida dimensión de la empresa familiar es uno de los principales retos que deben afrontar, por lo que pidió a los partidos políticos que conformen en el nuevo Gobierno un marco legal tanto en lo mercantil como en el tributario, que favorezca el crecimiento de este tipo de compañías. Según el estudio, el tamaño medio de las empresas es de 28,8 empleados y tienen una antigüedad media de 33 años.

La mayoría de las empresas tienen un ámbito de mercado nacional o regional y sólo el 11,3 % de las ventas procede del exterior , precisamente porque no pueden afrontar la internacionalización debido a su pequeño tamaño, aunque ha habido mejoras en los últimos años. "El drama es que esta variable va dimensionada con la calidad del gobierno empresarial, la internacionalización o la profesionalización", afirmó Corona.

Los datos del informe señalan que "las empresas que alcanzan su máximo valor es el grupo de empresas de 50 o más empleados, confirmando que las compañías que alcanzan este tamaño mínimo tienen un mayor dinamismo estratégico e innovador y una gestión más profesional. Por otro lado, esto va unido a una mayor presencia de directivos no familiares, tendencia que ha aumentado también en los últimos años. Además, en las empresas internacionalizadas, la proporción de directivos familiares con formación universitaria asciende al 52,4% mientras que en las empresas no internacionalizadas bajan hasta el 42,8% los directivos familiares con formación superior".

Además la reciente crisis económica ha evidenciado un mejor comportamiento de aquellas empresas que se han valido de los mercados exteriores para compensar la caída de la demnda interna registrada en España en los últimos años.

En innovación "se observa una clara debilidad en las microempresas. Aunque es cierto que la menor dimensión requiere menos innovación interna tanto en procesos como en organización, aunque que la ausencia de adecuados planteamientos organizativos actúa como freno al crecimiento", asegura el informe.

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