Las empleadas de hogar que cotizan siguen en caída libre y sin cobrar ni un euro por el Covid-19
Castigado por la subida del SMI, el régimen ha perdido en un año casi 30.000 trabajadores
28.000 solicitudes de prestación están atascadas en el SEPE por problema de gestión
El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, reconoció el pasado abril el retraso de un mes en los pagos de las ayudas prometidas por la pandemia a 20.000 empleadas del hogar . Nada ha cambiado desde entonces, salvo que son ya 28.000 ... las trabajadoras que no han percibido ni un solo euro desde hace más de dos meses.
El servicio de empleo argumenta que son problemas de gestión lo que está impidiendo pagar el subsidio prometido a uno de los colectivos más vulnerables del mercado laboral que el Ejecutivo de coalición se comprometió a defender como parte destacada del «escudo social» frente a la crisis. El subsidio comprometido es equivalente al 70% de su base reguladora y compatible con otras actividades siempre que no se supere el salario mínimo (950 euros mensuales).
La pandemia no ha hecho más que agravar la situación dramática que tiene este colectivo. La subida del salario mínimo en casi un 30% en dos años fue una estocada en el empleo de estas empleadas, la mayoría mujeres, y afectadas por esta renta. Desde entonces, la caída en la afiliación de estas trabajadoras, que comenzó en el año 2016, se ha agudizado.
Las empleadas de hogar afiliadas a la Seguridad Social están en la cifra más baja desde 2012 , año en el que pasaron a formar parte del régimen de asalariados del sistema. Antes contaban con un régimen propio, similar al de los autónomos.
En mayo había 374.675 trabajadoras del hogar afiliadas a la Seguridad Social, casi 16.000 menos que tres meses antes . El mes pasado se dieron de baja casi 7.000 y en el último año casi 30.000. Pero la vulnerabilidad del colectivo es aún mayor. Los sindicatos han denunciado que una de cada tres trabaja en la economía sumergida. El impacto del Covid-19 ha hecho que ahora muchas de ellas se hayan quedado sin empleo y sin respaldo del Estado, como también los casi medio millón de afectados por ERTE, que siguen pendientes de recibir sus prestaciones, según ha denunciado el colegio de gestores administrativos.
«El SEPE todavía no ha dado respuesta a los requerimientos en los que se avisa sobre si falta algún documento . Ninguna empleada del hogar ha cobrado todavía el subsidio», asegura a ABC, Edith Espínola, secretaria de la junta directiva de la Asociación de Servicio Doméstico Activo de Madrid (Sedoac).
Recuerda los retrasos que ya se produjeron en la habilitación del subsidio en la página web del servicio público de empleo. «El Gobierno anunció el subsidio para empleadas de hogar el 31 de marzo después de toda la presión que ejercimos las asociaciones de trabajadoras y hasta el 4 de este mes no lo ha habilitado el Sepe. No se ha podido presentar la solicitud de manera telemática, y se han exigido claves y certificados de firma a un sector económico que no está regulado como los demás. Esto hizo que una amplia mayoría remitiera por correo ordinario su solicitud , lo que ha retrasado todavía más que la petición figurara en el sistema», explica.
Espínola advierte también que «un 40% de las empleadas del colectivo trabaja en la economía sumergida , ya sea porque carecen de contrato, o porque están en situación administrativa irregular», lo que se traduce en que «no pueden acceder a ningún tipo de ayuda ni siquiera al ingreso mínimo vital».
Otra de las opciones que barajan los expertos consultados por este periódico que explicaría la caída en picado del empleo es que se haya producido un trasvase de trabajadores del régimen del hogar al de cuidadoras no profesionales de personas dependientes, dado que el Estado ha vuelvo a cotizar por ellas. Desde el pasado abril las cotizaciones sociales de estos convenios corren a cargo de la Administración General del Estado y no generan coste alguno al cuidador no profesional.
La principal ventaja para los cuidadores no profesionales, también mayoritariamente mujeres, es que de esta forma los años dedicados al cuidado de la persona dependiente se integran en su vida laboral y contribuyen a generar derecho a prestaciones como la de jubilación o la de incapacidad permanente.
El miedo al contagio y el fallecimiento de mayores ha dejado en una situación muy difícil a estas trabajadoras, pero su situación viene de lejos. Antes ya vieron, en muchos casos, cómo sus empleadores, en el mejor de los casos, modificaban su contrato y recortaban su jornada laboral para esquivar el alza del salario mínimo con el objetivo de pagar lo mismo. Algunas familias no han podido asumir la factura o no están dispuestas a desembolsar de golpe la nómina incrementada.
En apenas un mes, de diciembre a enero, el sueldo de una empleada se encareció en casi 200 euros cada mes , aumento al que hay que sumar también la subida correspondiente en las cotizaciones a la Seguridad Social de la trabajadora contratada.
Pagos retroactivos
Los responsables del Ministerio de Trabajo aseguran que las prestaciones del hogar ya se están empezando a reconocer y confían en poder pagar en breve. El ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá , ya les lanzó un mensaje de tranquilidad hace casi dos meses cuando afirmó que el subsidio por desempleo se cobrará de forma retroactiva.
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