El Gobierno desbocará la deuda en 110.000 millones en 2021 pese a la llegada de los fondos europeos

Esta cifra supone apenas 5.000 millones de euros menos que en 2020, pese al inicio de la llegada ya de los fondos europeos. Para este ejercicio el Tesoro Público actualizó hace meses su previsión para captar 130.000 millones, pero volvió a corregirla hasta los 115.000 millones a principios de mes .

La razón de esa rebaja paulatina de la emisión neta hace tres semanas obedece a que este ejercicio ya se dispondrá de 10.000 millones de euros del fondo comunitario para el desempleo, el programa SURE . Y también por el contexto de tipos de interés en mínimos gracias al Banco Central Europeo (BCE) . En relación al coste que tendrán los intereses de la deuda pública en 2021, el documento presentado hoy explica que quedará en 31.675 millones de euros.

La financiación bruta este año, según afirmó el Tesoro, ascenderá a 282.137 millones. En 2021, tal como consta en los PGE, estará en 299.138 millones de euros, un 6% más en términos interanuales. Esta cifra obedece a la suma de la financiación neta a través de deuda del Estado y las amortizaciones. La deuda en circulación superará los 1,25 billones de euros , frente a los 1,14 billones de este año.

Así las cosas, la emisión neta estará repartida entre los distintos tipos de deuda que puede colocar el Tesoro. «Se prevé que las Letras del Tesoro aporten alrededor de 10.000 millones de financiación neta, mientras que los Bonos y Obligaciones del Estado, junto con el resto de deudas en euros y en divisas, aportarán los restantes 100.000 millones para cubrir la totalidad de las necesidades de financiación neta previstas», figura en el libro amarillo de los PGE. Ante esta situación, se augura que el peso de las Letras sobre el total ascienda hasta el 7,2% y que la del resto quede en un 92,8%.

En cuanto a la ratio de deuda sobre PIB, el Ejecutivo prevé que quede en 2021 en el 117,4% , frente al 118,8% del presente ejercicio. Esto se debe, principalmente, al crecimiento esperado de la economía, ya que la emisión neta que se prevé está prácticamente en línea con la de 2020. El riesgo, en este aspecto, es que España perpetúe sus niveles de pasivo en cifras estructuralmente preocupantes.

El Banco de España ya alertó en julio que, de no adoptarse reformas estructurales, se corre el peligro de que la deuda pública se enquiste en el 130% incluso en 2030 . Es decir, 12 puntos más de PIB que el nivel actual. Por ello, el supervisor ha reclamado en varias ocasiones estos meses que el Gobierno acometa un plan de consolidación fiscal a medio plazo, para atajar tanto este problema como el del déficit.