La disrupción del Covid está generando innovación

Pero la cuestión es: ¿cómo respondemos a una disrupción sin precedentes? ¿Ponemos nuestras vidas en modo espera, aguardamos a que pase la tormenta y esperamos volver a la normalidad una vez que la disrupción disminuya? ¿O nos adaptamos, innovamos y encontramos nuevas formas de abordar la situación actual? Aquí radica la paradoja de la disrupción. Para conquistar la disrupción, debemos ser disruptivos.

En el mundo empresarial, las compañías disruptivas son aquellas que son capaces de innovar y crear nuevos mercados que desafían los modelos de negocio existentes. Estas cualidade son ahora más importantes que nunca, y algunas compañías y sectores están comenzando a mostrar su valor disruptivo al responder a los desafíos planteados por la crisis de formas nuevas y altamente creativas.

El primer sector donde buscar esta disrupción es la economía digital, que, durante la crisis, se ha visto marcada por una tendencia en particular: trabajar desde casa. En el transcurso de la pandemia, en Reino Unido, por ejemplo, el número de personas que trabajan desde casa se ha multiplicado por 10, y las compañías capaces de adaptarse y dar forma a nuevos patrones de consumo están creciendo.

Zoom es quizás la historia de éxito más conocida. De la noche a la mañana, Zoom se convirtió en la plataforma de videoconferencia de referencia para millones de nuevos usuario «cotidianos», incluidos estudiantes de escuelas y universidades, familias y amigos que buscaban conectarse mientras estaban sujetos a las medidas de distanciamiento social.

Las compañías también están duplicando el uso de software de comunicación por video, lo que aumenta el crecimiento en este mercado. Junto a Zoom, plataformas como Microsoft Teams, Google Hangouts, Skype y Cisco Web-ex son algunas de las opciones de plataforma de videoconferencia elegidas por muchas empresas. Pero las compañías de videoconferencia no son las únicas que se han beneficiado.

El mercado de la ciberseguridad ha crecido significativamente en medio de una migración más rápida a las redes digitales provocada por el ‘Trabajo desde casa’. CrowdStrike ha sido un claro ejemplo, adoptando un enfoque nuevo en la seguridad cibernética que aprovecha el efecto de red de los datos de origen colectivo aplicados a la seguridad moderna mediante tecnologías como la inteligencia artificial, la computación en la nube y las bases de datos gráficas.

Junto con esta tendencia se intensificó el juego online y el consumo de contenido digital. Durante el confinamiento, la mayor parte del tiempo libre se dedicó a consumir contenido digital. Una circunstancia de la que se beneficiaron compañías como las plataformas de TV y música por suscripción o las de videojuegos.

El coronavirus también ha aumentado la necesidad de tele asistencia médica y telemedicina; y ha llevado a la innovación en todo el sector. Nuevos sistemas se están utilizando para ayudar a medir los indicadores de diagnóstico como la temperatura, ritmo cardíaco y tensión arterial en remoto. El impulso para desarrollar tratamientos y una vacuna aún son un gran impuls para la disrupción.

Otra área donde estamos viendo disrupción es en las cadenas de suministro. Los fabricantes de los sectores del automóvil, aeroespacial, de electrodomésticos y textil han remodelado sus cadenas para ayudar a contrarrestar la escasez mundial de suministros médicos.

Estas son solo algunas de las innovaciones que están impulsando la disrupción en un mundo Covid y post-Covid. Debemos seguir mirando al futuro para comprender cómo la crisis continuará dando forma a nuestras vidas y aprovechar las oportunidades que esta tendencia nos ofrece. Desde CPR abordamos la disrupción con un enfoque diversificado en cuatro grandes dimensiones: economía digital, ciencias de la vida y salud, industria 4.0 y Tierra; para aprovechar diversas fuentes de mayor crecimiento potencial a largo plazo.