El dinero, confinado: el uso de efectivo y tarjetas cae a la mitad

Las entidades detallan que las retiradas de dinero en los cajeros han caído durante las semanas del estado de alarma entre un 28% en el caso de uno de los bancos consultados y entre el 40% y el 57% que reportan otros tres grupos financieros preguntados. La Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser), que agrupa a compañías como Prosegur que gestionan a diario el efectivo de los establecimientos, confirman a este diario también una caída en el uso del efectivo cercana al 40%.

Y eso que al principio de la pandemia, según las fuentes consultadas, se vio cierta tendencia a acaparar dinero en efectivo como depósito de valor. Además, la pandemia ni siquiera ha frenado la emisión de billetes, que ha aumentado en alrededor de 53.600 millones de euros en el conjunto del Eurosistema y en algo más de 4.200 millones en España desde la declaración del estado de alarma y hasta el 30 de abril.

Imprenta de Billetes (Imbisa), sociedad controlada por el Banco de España y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre y encargada en nuestro país de fabricar los billetes, suspendió su actividad durante algunas semanas como medida de seguridad , aunque la fabricación de billetes se hace de forma mancomunada por todos los bancos centrales de la Eurozona y con una planificación establecida con mucha antelación. «La producción de los próximos meses dependerá de las necesidades del conjunto del Eurosistema con una visión a medio y largo plazo, y siempre en coordinación con el BCE», señalan fuentes del Banco de España.

El principal motivo de esa caída del uso del efectivo ha sido, en primer lugar, las medidas restrictivas derivadas del estado de alarma. Con gran parte del comercio, la hostelería y otros negocios con la persiana bajada y los ciudadanos recluidos en sus casas, el consumo se ha parado. Pero, además, la incertidumbre sobre el futuro de la economía y el empleo han comenzado a provocar una tendencia al ahorro.

A ello hay que sumar que muchos establecimientos están pidiendo a los consumidores usar preferentemente medios de pago como las tarjetas al abonar las compras para evitar el contacto, aunque las autoridades, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS), hayan desmentido que el manejo de monedas y billetes sea una fuente de transmisión del Covid-19.

Esto y el hecho de que parte de las compras se han desplazado de las tiendas físicas al canal «online» no ha sido suficiente para compensar el inédito descenso del gasto de los consumidores. Según un análisis de BBVA Research en base a transacciones con tarjetas y en terminales de punto de venta (tpv), desde la declaración del estado de alarma el 14 de marzo, el gasto medio diario con tarjeta por persona es un 49% inferior al hecho en el mismo día del año anterior. Otros bancos informan a este diario también de un descenso del 40% en pagos con tarjetas y en tpv.

Donde sí se ha aumentado el gasto es en negocios considerados esenciales y de primera necesidad en el estado de alarma, como supermercados, farmacias y estancos. En estos establecimientos el uso de la tarjeta, según los bancos, ha crecido a tasas de entre el 40% y el 65% . También han aumentado de forma muy notable, en torno a un 70% y un 80%, las transferencias entre particulares a través de las páginas web y aplicaciones móviles de los bancos.

El Ejecutivo, como informó ABC , ya analiza datos agregados y anonimizados de la operativa de empresas y ciudadanos a través de las tarjetas que han recibido de los bancos para cuantificar la magnitud de la actual crisis.