La CE dibuja para España un panorama desolador, con recesión y un paro del 15%

En todo caso, y para los que sitúan la recuperación a finales de 2009, Almunia se mostró prudente y aseguró que el escenario es tan incierto que a estas alturas nadie sabe lo que puede pasar en 2010. Esta incertidumbre se basa, según el comisario, en que los mercados financieros aún no se han recuperado de la crisis y se está empezando a dañar a la economía real.

C risis «particular»

En el caso de España, además, a la crisis financiera y económica global se le unen factores específicos como son la caída de la actividad del sector de la vivienda, los desequilibrios de la balanza por cuenta corriente, el persistente diferencial de inflación con la media europea a lo que se une el insuficiente crecimiento de la productividad. En todo caso desde Bruselas advierten que estas previsiones corren el riesgo de quedarse cortas en cuanto a contracción del PIB se refiere si el ajuste del sector de la vivienda es finalmente mayor del previsto, con bajadas de un 10% de la inversión en este sector en 2008 y un 18% en 2009.

Esta foto fija de la situación económica española arroja además la consiguiente consecuencia en materia de empleo. España cerrará este año con una tasa de paro del 10,8% de la población activa, frente al 7,6% de la media de la Eurozona, pero en 2009 este porcentaje se elevará hasta el 13,8%, nuevamente la más alta y también alejada de la media de los países del euro, prevista en el 8,4%. Para 2010 la previsión es que el paro suba en España al 15,5%.

Este aumento del paro es consecuencia directa de la destrucción de empleo, de un 0,2% este año, y de un 2% en 2009, con lo que nuestro país pone fin a una senda continuada de creación de empleo desde 1997.

La única buena noticia de este negro panorama que ayer dibujó la Comisión Europea para España tanto este año como el próximo está en la inflación. Como consecuencia de la grave recesión económica los precios en España subirán este año tan sólo un 4,2% y un 2,1% en 2009. Si bien en el caso de 2008 el diferencial de inflación de España con la Eurozona se mantiene en el 0,7%, en 2009 y por primera vez en muchos años, de confirmarse esta previsión, se situaría una décima por debajo del aumento previsto de precios de media en los países del euro.

El superávit de las cuentas públicas, de las que ha presumido España en los últimos años ante sus socios europeos, también será ya sólo un recuerdo porque para este año se prevé un déficit público equivalente al 1,6% del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 2,2% de superávit de 2007, y para 2009 el escenario empeorará con un déficit del 2,9%. La previsión es que el déficit público medio de los países de la Eurozona se sitúe en el 1,3% del PIB este año y en el 1,8% en 2009.

La deuda pública también española se verá dañada y acabará 2010 en el equivalente al 44% del PIB, frente al 36,2% en que cerró 2007.

Frente a todos estos datos el ministro de Economía español, Pedro Solbes, aseguró ayer que los nuevos datos de la bajada del precio del petróleo y de los tipos de interés quizás permitan ser un poco más optimistas respecto a las previsiones de crecimiento de la economía española para los próximos años. En todo caso Solbes no entró a valorar las previsiones de 2010 porque «hay que tener mucha imaginación».

Recesión generalizada

Este negativo panorama para España es en parte común a todos los países europeos, aunque no con tanto impacto en materia de contracción de PIB y aumento del paro. Así, por ejemplo, Alemania tendrá un crecimiento económico cero en 2009, frente al 1,7% con que cerrará 2008, pero en 2010 se prevé que vuelva a despegar con un crecimiento del 1%.

Francia, y pese a los desequilibrios en sus cuentas públicas, tendrá una situación similar a la de Alemania, con crecimiento cero en 2009 y un 0,8% en 2010. Incluso Italia, que normalmente presenta una situación económica peor que España, crecerá un 0,6% en 2010. Reino Unido, por el contrario, se contraerá un 1% en 2009 y crecerá cuatro décimas en 2010.