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Deutsche Bank, por fin en verde

La entidad alemana gana 341 millones de euros, sus primeros resultados en positivo desde 2014

Reuters
Rosalía Sánchez

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Por primera vez desde 2014, Deutsche Bank ha logrado presentar unos resultados en positivo. Los resultados mostraron tendencias dispares, con una ganancia anual de 341 millones de euros que desde luego supone una importante mejoría respecto a la pérdida neta de 735 millones de euros de 2017, pero que pone de relieve que la compañía aún tiene un largo camino por delante para registrar ganancias sostenibles. «Nuestro regreso a la rentabilidad muestra que Deutsche Bank está en el camino correcto», presumió el consejero delegado Christian Sewing, que asumió el cargo el pasado mes de abril y ha puesto en marcha una reestructuración que incluye el recorte de más de 7.000 empleos.

Los resultados anuales habrían podido ser mejores si el cuarto trimestre no hubiera sido tan duro. La pérdida neta de 409 millones de euros entre octubre y diciembre fue mayor que los 268 millones de euros que esperaban en promedio los analistas, y lastró la cifra final. Sewing se vio además obligado a reconocer que la reestructuración lleva un paso algo más lento de lo previsto y anunció una reducción de sus costes ajustados hasta los 21.800 millones de euros en 2019, ligeramente por debajo del objetivo que se había fijado anteriormente de 22.000 millones de euros. Hasta ahora, los gastos no relacionados con intereses bajaron el año pasado a 23.500 millones de euros (5 %) y los costes ajustados a 22.800 millones de euros (-5 %), también por debajo del objetivo de 23.000 millones de euros que se había establecido. El recorte de costes que han ahorrado con la reducción de empleos en 2018 será completamente tangible en 2019. Deutsche Bank, que empieza el año con 6.000 empleados menos, genera el 60% de sus ingresos con las divisiones de banca minorista y comercial, la gestión de activos DWS y la banca de inversión.

La ruta para 2019 pasa por los ya conocidos puntos de recorte y expansión. El banco quiere crecer este año en la banca empresarial y de inversión, además de aumentar el volumen de préstamos en el área de banca minorista y comercial en 7.000 millones de euros. La fórmula parece funcionar. Deutsche Bank ganó el año pasado 3.000 nuevos clientes en el sector de la pymes alemanas y ahora quiere expandir el negocio de gestión de activos DWS a América y Asia, según dijo Sewing, pero sigue siendo muy difícil que la entidad pueda cumplir todos sus objetivos, especialmente en un año en que la política del BCE marcará su punto de inflexión y en el que se espera una desaceleración en los mercados en los que opera. La cúpula directiva del banco, en todo caso, se está preparando para una potencial fusión con Commerzbank AG a mediados de año, según ha informado Bloomberg, yla fusión pude convertirse en la única opción para los gestores si no hay una mejora clara en los primeros tres meses de 2019.

La cuestión es que el problema de Deutsche Bank rebasa el asunto de los resultados. Sobre su reputación se acumulan los problemas legales y crecen las dudas sobre su solvencia. Antes de la crisis, las acciones del banco valían más de 90 euros, pero ahora se mueven entre los 7 y los 8 euros , más cerca de los 7, y cada vez hay más dudas sobre la supervivencia del que fuera el banco más grande de Europa. A su calvario legal por estar inmerso en todos los escándalos financieros relacionados con la crisis: manipulación de índices y venta de activos tóxicos, se ha sumado la investigación por blanqueo de dinero en EEUU por su vinculación con la trama de Danske Bank. En estas últimas semanas ha acudido al rescate Qatar, comprometiéndose a aumentar su participación, actualmente en el 6%. Ya es el segundo máximo accionista por detrás del conglomerado chino HNA y es probable que la nueva inversión se realice a través de Qatar Investment Authority (QIA), el fondo soberano del país árabe. El momento y el tamaño de la inversión no están claros, pero Sheikh Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, presidente del fondo soberano, afirmó hace unos día que Deutsche Bank se encuentra entre las principales empresas alemanas con las que se mantiene contacto para invertir. QIA maneja 320.000 millones y tiene importantes participaciones en alemanas como Volkswagen o energéticas como Rosneft, pero el gobierno de Berlín sería partidario de una solución más casera, en forma de fusión con Commerzbank.

Eso será si Deutsche Bank no alcanza a remontar lo suficiente. Recordemos que en 2015 el expresidente John Cryan reportó pérdidas récord de 6.700 millones de euros . En 2016, las pérdidas, debido a una multa millonaria en EE. UU. fueron de 1.400 millones de euros y en 2017, con la reforma impositiva en EE. UU., Deutsche Bank tuvo que pagar 1.400 millones de euros, lo cual impidió las ganancias.

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