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La desaceleración llega al sector turístico

La recuperación de destinos como Turquía lastra al sector, que relativiza el frenazo

Madrid, única gran región que mantiene el crecimiento en el sector ISABEL PERMUY
Guillermo Ginés

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España empieza a devolver los turistas «prestados» por otros países. En julio, el número de viajeros internacionales que visitaron nuestro país cayó un 4,9%, hasta los 10 millones , según las cifras publicadas ayer por el INE. Se trata de un descenso inédito desde abril de 2010, cuando el estallido de un volcán islandés generó una nube de cenizas que obligó a cancelar miles de vuelos. En esta ocasión, la caída va más allá de un fenómeno medioambiental puntual.

La recuperación de mercados alternativos

Fundamentalmente, el sector se está viendo lastrado por la recuperación de destinos alternativos a España como Turquía y Egipto. Esta primavera, asociaciones como Exceltur o Cehat ya advertían de esta situación. La temporada veraniega ha terminado dándoles la razón. Especialmente reseñable ha sido la mejora del país otomano, que ha dejado de ser considerado un país inseguro por los touroperadores. Esta percepción había desviado hacia España unos 15 millones de viajeros en los últimos años.

El desplome de la lira turca ha intensificado esta tendencia. La divisa se ha depreciado un 20% respecto al dólar este mes , lo que ha abaratado aún más un destino que tradicionalmente compite por precio. Como consecuencia, en España los hoteleros han tenido que corregir unos precios que acumulaban varios meses al alza. «Los empresarios del sector tienen una gran experiencia y saben cuándo hay que estabilizar los precios», asegura Ramón Estalella, secretario general de la patronal Cehat.

Los vaivenes del Brexit, otro condicionante

No solo el crecimiento de los países del norte de África está afectando al crecmiento turístico. La llegada de visitantes procedentes del Reino Unido, que es el principal emisor de turistas extranjeros hacia España, también se ha visto condicionada por los vaivenes del Brexit, que mantiene a la baja la libra y, en consecuencia, continúa mermando el poder adquisitivo de estos viajeros. Durante el mes de julio, la llegada de turistas británicos a España cayó un 5,6% respecto al mismo mes de 2017. Regiones como la Comunidad Valenciana y Canarias ya han reconocido que este fenómeno está condicionando su industria.

Cataluña, afectada por el secesionismo

También en España está entrando en juego el factor político. La inestabilidad se ha instalado en Cataluña, lo que está pasando factura a una región líder en materia turística. En julio, el número de visitantes extranjeros cayó un 6,7% en la comunidad, que en el acumulado del año retrocede un 2,2%. «La reducción de turistas extranjeros en Cataluña es consecuencia directa de la crisis política de la región. Además, desde ayuntamientos como el de Barcelona se está fomentando la turismofobia, lo que también explica esta caída», apunta Rafael Gallego, presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV).

Un verano atípico para el norte de Europa

Además, la temporada veraniega -que tal y como recuerda Estalella se extenderá hasta el 1 de octubre- ha estado condicionada por la meteorología. No de España , sino de los países nórdicos, donde se ha registrado temperaturas atípicas, cercanas a los 30 grados. Según apuntan las asociaciones del sector, esto ha provocado que un buen número de ciudadanos británicos, noruegos y finlandeses prefieran quedarse en su país antes que visitar destinos como nuestro país.

La calidad, por delante de la cantidad

Desde el sector restan importancia a estas cifras. «Hay que enmarcarlas en el contexto en el que estamos. Pese a que el año pasado visitaron España 82 millones de turistas , un récord histórico, entre enero y julio hemos mejorado un 0,3% la cifra comparable», explica Estalella, que hace referencia así a los 47 millones de viajeros que visitaron nuestro país en este periodo. En esta línea, Gallego considera que las cifras de 2018 se pueden salvar por «el tirón del viajero nacional» y vaticina que será en 2019 cuando el sector «baje definitivamente a la realidad».

Ayer, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, admitió una «ralentización» en el sector, pero le restó importancia señalando que el Ejecutivo apostará por la «calidad turística» antes que por la cantidad. El gasto de los viajeros extranjeros subió un 3% entre enero y julio, hasta los 50.691 millones de euros, pero en el séptimo mes del año cayó un 0,9%, hasta los 11.747 millones.

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