El déficit de la Seguridad Social se disparará siete décimas en 2020, hasta el 2% del PIB

Según ha explicado el ministro durante su intervención en la comisión del Pacto de Toledo, el desfase se compensará este año con una aportación extraordinaria del Estado que ascenderá a 14.500 millones, destinados a pagar la exoneración de cuotas en los ERTE, la prestación extraordinaria por autónomos, la prestación por incapacidad temporal por Covid y el ingreso mínimo vital.

Escrivá ha explicado que el aumento del déficit se debe en buena parte al desplome del PIB aunque también se explica la merma «significativa» de los ingresos a lo largo de este año , aunque espera que la tendencia se revierta a partir del próximo año. Pero más allá de la crisis generada por la pandemia, el ministro ha insistido en la urgencia de eliminar gastos impropios, que son «devastadores» para las pensiones, su solvencia y, en definitiva, para la confianza de la población en el sistema.

En concreto, Escrivá ha desgranado que estima que los gastos impropios serían del 1,6% del PIB (22.871 millones) en 2023 , por lo que eliminación de estos llamados gastos impropios permitiría eliminar el déficit previsto. Estos gastos son los que soporta el sistema de pensiones pero que, sin embargo, van más allá que la retribución de la jubilación. Escrivá ha puesto de ejemplo parte de las políticas no contributivas que se pagan con cuotas, que suman 11.305 millones, las reducciones en la cotización como las tarifas planas, con un coste de más de 1.800 millones, la prestación cuidado de hijos (2.953 millones), el complemento de maternidad (1.082 millones), las subvenciones implícitas a regímenes especiales (1.014 millones), el coste de completar las lagunas para el cálculo de la pensión (788 millones) y los gastos de funcionamiento (3.911 millones). El ministro ha dicho que quiere eliminar estos gastos impropios esta misma legislatura.

Por otro lado, Escrivá ha avanzado que trabaja en una reforma del régimen de cotización del trabajador autónomo (el conocido como RETA) para que este colectivo pueda cotizar en función de sus ingresos reales, lo que permitiría rebajar su cuota por debajo del mínimo fijado actualmenste a aquellos que menos facturan. El ministro ha dicho que la cotización actual es «anómala» y que además conduce a que los autónomos terminen con pensiones muy bajas. Por ello ha dicho que el Gobierno va a imnpulsar esta reforma de forma «gradual» sin que ello genere grandes distorsiones entre los autónomos. «Es algo a lo que se puede dar respuesta de una forma relativamente inmediata», ha aseverado.