«Dedico más tiempo a los post que las ocho horas diarias en la empresa»

Todo lo piensa y planea al milímetro. «Las fotos llevan su tiempo, pero los videos más hay que pensarlos, preparar todo el material o comprarlo, ponerte a grabar, editar depués el video... Hay buscar inflormación y actualizarse a diario sobre nuevas tendencias, nuevos productos... en en redes sociales, otros blogs, revistas... Todo sirve de inspiración».

Victoria reconoce que se trata de un trabajo con fecha de caducidad, aunque augura un buen futuro al marketing de influencers. «Esto no se va a acabar para las marcas, pero para mí sí porque llegará un momento que dejará de interesar lo que cuento», admite.

Por ahora, disfruta creando sus contenidos y vive de ello. «Noviembre y diciembre son meses muy buenos, julio y agosto malísimos. Pero si haces cuentas a final del año esto te permite vivir y tener un sueldo digno. Auque somos autónomos y no sabemos lo que va a pasar mañana».

Victoria se maneja en tres premisas: «Pruebo todos los productos y doy mi opinión, quizá a otra persona no le vaya bien. Si un producto está contratado con una marca y sale mal, le digo a la marca que no puedo sacarlo . Es importante ser honesto y tener una ética. Indicar los contenidos patrocinados, aunque genere menos like y comentarios, es un derecho del consumidor. Y cuidar a los seguidores, responder a los mensajes privados de Instagram, a los comentarios... aunque a veces no hay tiempo material para responder a todos. Llego a recibir 400 mensajes privados al día».