Grandes empresas del sector alimentario alertan de un colapso del suministro por el paro del transporte

Si no se llega a un acuerdo en las próximas horas, Danone advirtió de que se verá obligada a tomar la «drástica decisión» de interrumpir el proceso de recogida de leche, y como consecuencia, el proceso de producción en sus fábricas. También se detendrá el posterior traslado de producto terminado a las cadenas de distribución alimentaria . «Esto provocará la interrupción de suministro tanto de agua mineral natural como de productos lácteos a nivel nacional», avisan desde la compañía.

En una nota, Danone remarcó que, hasta el momento, se ha esforzado al máximo para lograr mantener toda su actividad dentro de la normalidad «pese a las dificultades provocadas por un contexto difícil y muy tensionado». No obstante, el recrudecimiento de los paros ya está comenzando a afectar al aprovisionamiento de materias primas esenciales para sus productos como leche entera o nata.

En el caso de Grupo Lactalis España, su consejero delegado, Ignacio Elola, denunció que «a las plantas de leche no están llegando plásticos, papel, cartón, palés o ingredientes para elaborar y envasar este alimento esencial y se acumula el producto terminado mientras la caducidad corre al tratarse de un producto perecedero».

La industria láctea lleva parada desde el pasado jueves 17 de marzo ante la imposibilidad de fabricar productos lácteos y de transportarlos después en camiones hasta los supermercados. La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) avanzó la semana pasada que se veía obligada a suspender su actividad como consecuencia del paro indefinido de los transportistas. Desde Fenil avisaron entonces de la suspensión de la recogida de la leche en las explotaciones ganaderas y del riesgo de «abastecimiento de productos nutricionalmente básicos en la alimentación de las personas como son la leche y los lácteos».

En la misma línea, Heineken España manifestó también su «gran preocupación» por el impacto que el paro del transporte está ocasionando en sus operaciones. La cervecera advirtió de que si la situación continúa, no será posible servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes , ni tampoco aprovisionarse de materias primas debido a los piquetes «violentos» que impiden las normales operaciones de la compañía.

La patronal Cerveceros de España ya avisó hace unos días de que el paro indefinido de los transportistas impactaría en el suministro de cerveza, especialmente en la península, tanto en el canal de distribución como en los locales de hostelería». En este sentido, remarcaron los bloqueos que se están llevando a cabo en las entregas a los supermercados «dado que se están obstaculizando las entregas en las plataformas logísticas».

Ante el agravamiento del paro, las asociaciones empresariales que representan al gran consumo y al sector primario (ACES, Cooperativas Agroalimentarias, Aecoc, Anged, Asedas y FIAB) consideraron hoy de máxima urgencia acabar con un paro del transporte que «es ya un problema de estado». Por ello, desde la cadena de valor del gran consumo reclamaron a los convocantes que dejen de coaccionar al resto de sectores , impidiendo el desarrollo de su actividad. Las organizaciones instaron también al Gobierno a no perder ni un segundo en la concreción del plan de ayudas al transporte.

«Ante esta situación, las empresas de distribución trabajan para adaptar su surtido, tratando de reemplazar aquellos productos que no están llegando al punto de venta por otras alternativas , con el fin de que el consumidor pueda realizar su compra con la mayor normalidad posible», destacaron las asociaciones en una nota enviada a los medios.

De mantenerse el paro, los daños sobre un sector que aporta a la economía española más de 4,5 millones de empleos y el 20% del PIB pueden ser irreparables, según avisan estas asociaciones empresariales. El sector del gran consumo cifró las perdidas en la primera semana de paros en los 600 millones de euros con más de 100.000 puestos de trabajo en riesgo. Cada día de protestas supone 130 millones de euros de sobrecoste «para poder transportar y redistribuir alimentos a los puntos de venta de todo el país y evitar problemas de abastecimiento» aclararon desde la cadena de valor del gran consumo.