Cuidado con las nuevas estafas: robos de identidad, portales falsos o pedidos que nunca llegan

Aquí entran ciberdelitos como los cometidos con páginas web que se parecen a las verdaderas pero son falsas, pedidos pagados que nunca se entregan o mensajes de supuestas compañías de reparto que llegan al móvil e incorporan enlaces con formularios para sustraer datos íntimos. «Los delincuentes siempre se adelantan a los acontecimientos mundiales. La pandemia provocada y la aceleración en la adopción de patrones de uso digital entre toda la población debido al confinamiento supusieron una verdadera punta de lanza para ellos», alerta Juan Antonio Villegas, director general de TransUnion en España.

Al contrario que los hurtos callejeros, las estafas digitales suelen pasar desapercibidas en el momento del robo y no salen a la luz hasta pasados unos días. «Se están creando nuevos métodos de fraude online ya que los más 'tradicionales' son cada vez menos efectivos», asegura, por su parte, Miguel Ángel Thomas, socio responsable del área de Ciberseguridad en Everis. El problema añadido de estos métodos es que el estafado puede tardar días o incluso meses en darse cuenta del engaño , como pasa, por ejemplo, con un paquete que nunca llega tras comprar en portales que se parecen a los verdaderos pero no lo son. «Uno no suele ser consciente del delito hasta que no ve una deuda. Es importante, por tanto, ir pidiendo información a las listas de morosidad para detectar posibles suplantaciones de identidad», señala Ignacio Ruiz-Larrea responsable de Consultoría de TransUnion. También hay otras pistas de alerta como que se activen servicios que no has solicitado o recibir mensajes de confirmación de empresas con las que no se ha intereactuado.

Hace unos meses José Félix Antón Casado sufrió una suplantación de identidad que los cacos aprovecharon para realizar compras a su cargo. «Hicieron un pedido de tres terminales en una compañía de telecomunicaciones a mi nombre a razón de 1.000 euros cada uno», relata a ABC. «No sé cómo han conseguido mi DNI porque nunca lo he perdido. Los datos los han podido coger de internet», añade. Antón Casado, que pidió ayuda a la OCU, asegura que sabe que no es el único y dice tener la impresión de que «la pillería está a la orden del día» ante la situación de crisis económica actual.

Los expertos consultados confirman que uno de los fraudes más frecuentes tiene que ver con el robo de información personal y de datos personales que los ciberdelincuentes utilizan después para conseguir su fin último: el dinero ajeno. «La vida cada vez es menos presencial y se sufren robos de identidades y suplantaciones, así como el acceso a cuentas bancarias de forma fraudulenta. Las usurpaciones de identidad se han disparado un 30% en el primer trimestre de 2021 en comparación con el mismo periodo del año pasado», advierte el responsable de consultoría de TransUnion España. «Ahora mismo los delicuentes buscan más robar datos de las personas que su dinero para utilizar su información en aras de defraudar a aseguradoras, bancos, financieras o incluso a casas de apuestas », añade Ruiz-Larrea.

Si queremos evitar que nos roben nuestros datos, quienes más saben del tema instan a desconfiar de SMS, mensajes en el correo y páginas web con contenido no esperados o desconocidas. «La recomendación principal es que nunca se conteste directamente a los mensajes ni entrar en los enlaces que vienen en correos electrónicos. Hay que conectarse a la web directamente en el navegador -con el antivirus actualizado- y, al mismo tiempo, asegurarnos de que se está navegando sobre la web oficial», recomienda Miguel Ángel Thomas, socio responsable del área de Ciberseguridad en Everis.

Pero, entrar en la (supuesta) web de una marca no garantiza que el consumidor se encuentre exento de riesgos . «Existe la posibilidad de que el propio portal electrónico de una marca o vendedor se haya duplicado y que estemos entrando y pagando en una página web falsa. Los fraudes a gran escala provienen de la explotación de vulnerabilidades de las páginas de comercio electrónico propias de los vendedores y este tipo de fraudes lo realizan profesionales del delito muy preparados», aclara Thomas.

También han subido las estafas en los portales de compraventa. «Hay páginas de objetos de segunda mano en las que se anuncian artículos en venta a un buen precio para atraer al máximo número posible de personas. Luego se les va pidiendo información y datos personales para sustraerlos y utilizarlos fines fraudulentos», avisa Ruiz Larrea. También se dan engaños asociados a las nuevas aplicaciones y tecnologías de pago online. «Cuando vendes un producto en una plataforma de comercio online y te pagan te pueden estafar cuando recibes la solicitud de cobro ya que lo que estás autorizando es pagar, justo lo contrario», ahonda Thomas.

Una vez que se es víctima, toca ponerlo en conocimiento de la Policía. «Cuando eres víctima de un fraude -algo que se manifiesta por movimientos no esperados en la cuenta bancaria, lo que se debe hacer es denunciar en la comisaría», indica Thomas, de Everis.