Los 27 crearán un nuevo sistema de alertas para detectar crisis
Los ministros de Economía de la Unión Europea apoyaron ayer la creación de un nuevo órgano que se dedicará a detectar riesgos para la estabilidad macroeconómica y emitir alertas y recomendaciones que deberán ser seguidas por los Estados miembros para evitar así que se repitan ... crisis financieras como la actual. No obstante, no lograron un compromiso sobre si debe ser el Banco Central Europeo (BCE) el que dirija este órgano, ante las reservas sobre todo de Reino Unido.
Los Veintisiete dedicaron la jornada final de su reunión informal en Praga a discutir las reformas necesarias en el sistema de supervisión comunitario para corregir las insuficiencias que ha puesto de relieve la crisis financiera. Para ello discutieron las propuestas del grupo de expertos presidido por el ex director del FMI, Jacques de Larosire, del que formaba parte el economista español José Pérez.
Los ministros apoyaron la principal de las novedades de este informe, la puesta en marcha de un Consejo Europeo de Riesgo Sistémico, compuesto fundamentalmentepor los gobernadores de los bancos centrales de la UE. Su función consistiría en recoger y analizar toda la información sobre el sistema financiero, detectar posibles riesgos y avisar para que se tomen medidas para corregirlos antes de que provoquen una crisis.
Los expertos propusieron que este Consejo estuviera presidido por el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, y contara con el apoyo logístico del BCE. Pero Reino Unido, que no pertenece a la eurozona, expresó durante la reunión del Ecofin informal sus «reservas» frente a esta propuesta y pidió un mayor papel para las autoridades financieras británicas. Por su parte, el vicepresidente económico y ministro de Economía, Pedro Solbes, también manifestó sus dudas sobre el papel que debe jugar el BCE en este órgano. «Que el Banco Central tiene que tener opinión sobre la supervisión macroprudencial, sin duda. Que se la entidad final que tome las decisiones, es uno de los muchos puntos que habrá que analizar», explicó. España sería partidaria de que la presidencia la ocuparan de forma rotatoria o por elección los gobernadores de losbancos centrales de la UE para evitar que queden discriminados los países que no pertenecen a la eurozona.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, expresó la «disponibilidad» del banco para ejercer estas nuevas tareas. Y dejó claro que en el nuevo órgano estarán presentes los gobernadores de los 27 Estados miembros y no sólo de los 16 de la eurozona. Para el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, lo importante es que las alertas y las recomendaciones del Consejo Europeo de Riesgo Sistémico tengan algún tipo de carácter vinculante para los países.
«Estos sistemas de alerta deben ser creíbles y útiles. Si las alertas y las recomendaciones no tienen consecuencias, la credibilidad del instrumento disminuirá muy rápidamente», explicó Almunia.
Poderes de mediación
La otra gran propuesta del informe Larosire se refiere al refuerzo del sistema europeo de supervisión de grupos bancarios transfronterizos. Se trata de crear colegios de supervisores formados por las autoridades responsables de los Estados miembros en los que operen. El liderazgo corresponderá al país donde tenga su residencia la empresa matriz, aunque se refuerza el papel de los supervisores de los Estados miembros donde el banco tenga filiales.Además, se dan más poderes a los comités consultivos de supervisores financieros europeos y convertirlos en tres autoridades: una Autoridad Bancaria Europea, una Autoridad de Seguros Europea, y una Autoridad Bursátil Europea. Estas instancias tendrían poder ejecutivo para mediar si hay desacuerdos dentro de los colegios de supervisores entre el del país de la matriz y el país de la filial.
El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, subrayó que la UE lleva discutiendo sobre estas cuestiones alrededor de 10 años y vaticinó que será mucho más difícil lograr un acuerdo sobre este punto que sobre el sistema de alerta rápida. Estos pronósticos parecieron confirmarse ya en esta primera discusión porque apenas se acercaron posturas. Los ministros de Economía de la UE se limitaron a reafirmar la necesidad de armonizar el marco europeo de supervisión porque «la estabilidad financiera podría verse amenazada en el futuro si los Estados miembros no adoptan un enfoque común en cuanto a la supervisión».
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