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El BCE comprará bonos en 2019 por 200.000 millones

Draghi cumple con la promesa de que el dinero de los bonos que vayan venciendo volverá al sistema durante un periodo de transición, para evitar bruscas disminuciones de la cantidad de dinero en circulación

Las compras se irán realizando mes a mes, a medida que los bonos vayan venciendo REUTERS
Rosalía Sánchez

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Con el cierre del año llegó el final del programa de compra de bonos del BCE, eso es un hecho, pero la institución ha cifrado hoy la cantidad que volverá a inyectar en el sistema a lo largo de 2019 y serán unos 200.000 millones de euro s. Tal y como prometió el presidente del BCE, Mario Draghi, el dinero de los bonos que vayan venciendo volverá al sistema durante un periodo de transición, para evitar bruscas disminuciones de la cantidad de dinero en circulación. Concretamente, este año que empieza el BCE adquirirá alrededor de 202.772 millones de euros en bonos por ese procedimiento, garantizando así unas condiciones monetarias muy expansivas que todavía considera muy necesarias para poder conseguir manteniendo la inflación de la zona euro por debajo del 2% de manera consistente.

Las compras se irán realizando mes a mes, a medida que los bonos vayan venciendo. El importe medio mensual de las compras será de casi 17.000 millones de euros durante el primer año tras el final del QE, cifra que supera los 15.000 millones mensuales del último tramo del programa activo, entre octubre y diciembre de 2018. Según las previsiones que el BCE ha perfilado en un comunicado, octubre será el periodo en el que se mostrará más activo, con la adquisición de 31.667 millones de euros en bonos de diferentes países. En agosto, por el contrario, será cuando menos deuda compre, unos 5.000 millones de euros aproximadamente.

Desgranando las cifras, nos encontramos con que el total de reinversiones estimadas en 2019, el programa de compras de deuda pública PSPP, sumará un total de 167.512 millones de euros a lo largo de los próximos doce meses, lo que resulta en una media mensual de casi 14.000 millones de euros, mientras que las compras por reinversión de vencimientos de deuda corporativa llegarán a 5.990 millones, casi 500 millones al mes en 2019.

El plan de reinversiones del BCE, en todo caso, difiere del programa de compras ya finalizado, entre otros aspectos en que la presencia del banco central en los mercados no será constante en volumen, por lo que las cifras estimadas muestran grandes diferencias mes a mes. En este mes de enero, prevé reinvertir un total de 25.649 millones de euros en total, de los que 21.029 millones de euros corresponderán a compras de deuda de los países del euro, a los que se sumarán otros 834 millones en bonos de empresas, así como 2.792 millones en cédulas y 994 millones en titulizaciones.

Retirada progresiva del dinero barato

Otro objetivo de esta política del BCE es seguir formando parte de la red de seguridad en el mercado de capitales europeo, ya que los agentes seguirán contando con su respaldo. Las reinversiones se mantendrán hasta finales de este ejercicio e incluso principios de 2020 y la adquisición de bonos se ha repartido entre los distintos países de la zona euro atendiendo a la clave de capital, lo que aporta cada uno al BCE. El pasado 3 de diciembre, la entidad ajustó el nuevo reparto de suscripción de capital que se aplicará a partir del 1 de enero de 2019. De esta forma, España reducirá su peso, pasando del 8,8409% al 8,3391%, mientras que Alemania llegará hasta el 18,367% desde el 17,9973% anterior. El porcentaje correspondiente a España se ha traducido en compras por valor de 259.203 millones de euros.

Con estas medidas, el BCE trata de afrontar el gran reto que presenta su giro en la política monetaria, que no es otro que conseguir la retirada gradual del dinero barato sin causar baches bruscos en los mercados. La economía europea, con varias velocidades, elevados niveles de deuda, y con un sistema financiero muy fragmentado no facilitará las cosas.

Por eso el BCE se plantea, junto a estas recompras de bonos, el lanzamiento de nuevos préstamos a largo plazo para la banca y subidas espaciadas del tipo sobre facilidad de depósito, una tasa que ha cobrado especial importancia en los últimos años y que en la actualidad se encuentra en el -0,4%. En los próximos años vencerán préstamos de largo plazo a los bancos por valor de unos 722.000 millones de euros, según cálculos de Bloomberg, lo que podría dar lugar a fuertes incrementos de los tipos de interés en los mercados monetarios que coincidirían, además, con las primeras subidas de tipos oficiales del BCE. Un nuevo programa de préstamos desactivaría ese efecto, pero trata todavía solamente de una herramienta sobre la mesa que no caería igual en todas las economías europeas.

Mientras los bancos alemanes, por ejemplo, están deseando que suban los tipos de interés, las entidades de las economías periféricas podrían tener problemas de liquidez, debido al consiguiente incremento de su coste de financiación. Se habla también en Frankfurt de la posibilidad de una facilidad permanente de TLTRO ligada al tipo de interés principal de refinanciación, que ahora mismo se encuentra en el 0%.

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