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La CNMC pone bajo su foco a los grandes estudios de Hollywood

Competencia investiga un monopolio de las «majors» de EE.UU. en nuestro país

Entre las 14 compañías también está Foxfilm, Paramount o la medidora de audiencias Rentrack EFE
Guillermo Ginés

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Empresas multimillonarias repartiéndose el mercado con prácticas monopolísticas. Podría ser el argumento del último taquillazo de Disney, Paramount o Warner Bros. Pero, en realidad, es la tesis de una investigación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que amenaza con llevarse el 10% de los ingresos de seis de los grandes estudios de Hollywood, conocidos como « majors ».

Por el momento, la institución dirigida por Marín Quemada ha incoado un expediente sancionador contra catorce empresas, entre las que se encuentran seis de estos estudios, por posibles prácticas contrarias a la competencia en el mercado de la distribución cinematográfica. El caso, que se hizo público este miércoles, atañe a Walt Disney, Sony, Warner Bros, Foxfilm, Universal y Paramount y a sus filiales españolas. También están implicadas una empresa de medición de audiencias y una empresa proveedora de servicios de despliegue digital a las salas exhibidoras.

La CNMC investiga si todas ellas han realizado prácticas contrarias a la competencia . Estas acciones se basarían en pactos entre las grandes distribuidoras y la empresa integradora Ymagis para uniformizar sus políticas comerciales e intercambiar información comercialmente sensible, con la colaboración de la compañía de medición de audiencias Rentrak, en el mercado español de la distribución cinematográfica. Todas ellas, según la CNMC, son conductas prohibidas, «tal y como recoge el artículo 1 de la Ley 15/2007 de Defensa de la Competencia (LDC), así como en el artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE)».

Reincidentes

Ni la CNMC ni las empresas implicadas en la investigación hicieron comentarios referentes al expediente. Competencia cuenta ahora con un periodo de dieciocho meses para analizar el caso y determinar si finalmente impone una sanción a estas empresas. En el caso de que el «superregulador» finalmente considere que estas firmas realizaron una infracción grave, la cuantía de su sanción podría alcanzar el 10% del volumen de negocio de estas compañías.

La investigación de la CNMC bien podría ser considerada una secuela. En 2006, el Tribunal de Defensa de la Competencia estableció que las cinco filiales de Sony, Warner, Hispano Foxfilm, International Pictures y Disney, habían acordado sus políticas comerciales para repartirse así una parte sustancial del mercado español. La multa entonces fue de 2,4 millones a cada una. El caso llegó primero a la Audiencia Nacional, que ordenó recalcular la cuantía de las multas. Nueve años más tarde, el Tribunal Supremo ratificó la sentencia.

Los magistrados consideraron como indicios de las «conductas anticompetitivas» aspectos como la coincidencia en las modalidades de contratos tipo, las condiciones comerciales de alquiler de las películas y las cláusulas contractuales relativas al período de exhibición.

El expediente abierto por la CNMC se produce en un momento clave para la institución, que mantiene una guerra abierta con el sector energético por los recortes que ha planteado a gasistas y eléctricas. Pero eso es otra película.

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