La CNMV exigirá que el 40% de los consejeros de las cotizadas sean mujeres

Teniendo en cuenta que ya en 2015 se fijó que en 2020 las empresas cotizadas debían tener al menos un 30% de los sillones de sus consejos ocupados por mujeres, el organismo presidido por Sebastián Albella considera adecuado incrementar ese objetivo en el marco de la actualización del código de buen gobierno, que el supervisor acaba de sacar a consulta pública. La propuesta de la CNMV plantea, en concreto, "que el número de consejeros del sexo menos representado suponga, al menos, el 40% del total de miembros del consejo de administración" .

El esfuerzo para las cotizadas no es baladí, pues actualmente ni siquiera cumplen con ese 30%. Al cierre de 2018, según los últimos datos disponibles, las consejeras solo suponen a día de hoy el 19,9% de los 1.363 vocales de las compañías. De hecho, a mitad del pasado ejercicio la propia CNMV recomendó a las compañías cambiar un hombre por una mujer en los consejos para alcanzar el citado 30%. La nueva recomendación del 40% entrará en vigor en el plazo de dos o tres meses, cuando el supervisor confía en aprobar el nuevo código de buen gobierno. De esta forma, ya en los informes anuales de gobierno corporativo de 2020, que se publicarán en el primer trimestre de 2021, las cotizadas que no cumplan esa recomendación deberán explicar por qué en ese documento, tal y como exige la norma.

Junto a la presencia femenina en los consejos de administración, a la CNMV le preocupa incluso más el escaso peso de las mujeres en el ámbito de la alta dirección, entre otras cuestiones porque considera que es uno de los motivos del escaso número de consejeras ejecutivas en los consejos de administración, pues solo son el 4% de los vocales con rango ejecutivo. En este sentido, el código recomendará también que se adopten medidas que fomenten que haya un número suficiente de altas directivas, aunque no fija ni porcentajes ni cuotas.

A la revisión de este objetivo de diversidad de género y otras actualizaciones y aclaraciones que incluye la propuesta de reforma del código, el nuevo texto exigirá a las compañías cotizadas mayores controles y responsabilidades ante posibles casos de corrupción, una novedad que según admite Albella se ha introducido ante la preocupación del supervisor por la avalancha de corruptelas como el caso Villarejo, la trama Púnica y casos de sobornos y mordidas en obras públicas .

Pues bien, al respecto el código exigirá a través de sus recomendaciones que las empresas actúen contra los consejeros salpicados por corrupción, pidiéndolo incluso su dimisión o directamente cesándolo, tras estudiar el caso "tan pronto como sea posible", dice el texto. En este sentido, el código fija también exige a las cotizadas hacer investigaciones internas en estos casos, y refuerza el papel de control de la comisión de auditoría. Pero, además, el código insta a las compañías a actuar sin esperar a que el consejero involucrado en corruptelas sea procesado judicialmente o a que se abra juicio oral, y a que expliquen adecuadamente el cese o dimisión de los vocales. Cabe recordar, en este sentido, que la posición de BBVA ante el caso Villarejo pasa en buena parte por no tomar medidas hasta que hable la Justicia, y que nunca ha explicado públicamente la salida del banco de directivos afectados por la trama.