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ESPECIAL DEFENSA

Un ciclo inversor para afianzar una industria clave en I+D+i

El Gobierno aprueba la compra de nuevos buques y blindados o la modernización de cazas

Los proyectos europeos de Defensa definirán también la solidez del sector

Lína de montaje del avión militar A-440M en la fábrica de Airbus DS en Sevilla ABC
Esteban Villarejo

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La industria de defensa española se encuentra ante un momento decisivo. Por un lado, afronta un tiempo de oportunidades con el «nuevo ciclo inversor» impulsado por el Ministerio de Defensa (12.900 millones de euros aprobados en una decena de proyectos para los próximos 15 años) o con el nuevo proyecto industrial de la UE en el ámbito militar (la Pesco, Cooperación Estructurada Permanente).

Por otro lado, también hay amenazas: la competencia por desarrollar nuevas tecnologías (robótica, big data, inteligencia artificial, energía dirigida, drones...), posibles disputas comerciales con EE.UU., el espionaje industrial chino o la indefinición de una política nacional a largo plazo pueden sembrar las dudas en un sector con alta carga en I+D+i cuyos proyectos se diseñan con 20 ó 30 años de antelación.

Más allá de los debates que marcarán las próximas tres décadas, la industria de defensa española afronta estos desafíos con una base industrial sólida que comienza a ver la luz al final del túnel de la crisis.

Según los datos de la Asociación Española de Tecnologías de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (Tedae), la industria de la defensa española creció un 7,1% en 2017 (últimos datos disponibles), alcanzando una facturación total de 5.379 millones de euros, representando su facturación un 2,8% del PIB industrial total. Además, dio empleo a 22.812 profesionales (2,3% más) en 388 empresas.

Además se trata de un empleo cualificado, con un alto componente en tecnología. En el sector también se lleva a gala que de cada euro invertido en defensa se generan 2,5 euros en la economía.

Más exportadores

La gran mayoría de las ventas (81%) tuvieron como destino la exportación. Como en tantos otros sectores, la crisis económica en España obligó a las empresas a buscar mercados en el exterior, ya que el presupuesto de defensa español se redujo en un 30% entre 2008 y 2014. Europa (84,6%), Oriente Medio y Norte de África (8,2%) y América Latina (3,57% ) fueron los principales destinos de exportación.

Los proyectos europeos de Defensa definirán tamibén la solidez del sector

La mayor parte del volumen de negocio de la defensa corresponde a una serie de consorcios internacionales en los que participan empresas de otros países, incluidos Alemania, Francia, Italia y Reino Unido.

Estos incluyen programas como el avión de combate Eurofighter, el motor EJ 2000 para el mismo Eurofighter, el avión de transporte militar A400M, el helicóptero de transporte NH-90 o la fabricación del motor MTR390 para el helicóptero de combate Tigre.

Las ventas por sector muestran la siguiente distribución con respecto al volumen de negocio: aviación militar (68%), electrónica e informática (9,2%), marina (7,7%), vehículos terrestres (6,5%), armamento (5,1%), viajes espaciales (1,8%), auxiliares (1.1%) y misiles (0.6%).

«España tiene actualmente compañías de defensa y seguridad con tecnologías y productos de alto valor agregado en nichos tecnológicos competitivos de todas las áreas relevantes. Los esfuerzos realizados en las últimas décadas han posicionado a España entre los pocos países del mundo que tienen un tejido industrial con compañías presentes en el ciclo completo del producto, desde el desarrollo hasta la fabricación, la integración y el mantenimiento», explica Jaime de Rábago, presidente de Tedae.

Grada de construcción del submarino S-80 en el astiillero de Navantia en Cartagena JAIME GARCÍA

En el catálogo de empresas del sector están algunas como Airbus DS, Navantia, Indra, Santa Bárbara Sistemas-General Dynamics European Land Systems (SBS-GDELS), Airbus Helicopters, Expal, Sapa, Urovesa, Thales España, Hisdesat, Sener, Instalaza o Escribano Mechanical & Engineering. «Estas y otras compañías son evidencia de la competitividad de nuestra industria», dice De Rábago.

Son empresas clave para tener la mayor independencia tecnológica posible. Tal y como expresó el secretario de Estado de Defensa, Ángel Olivares, durante la presentación de Feindef -feria de defensa que tiene lugar del 29 al 31 de mayo en Ifema (Madrid)-: «España debe tener sistemas de defensa autónomos y un sector de defensa estratégico». He ahí una de las claves también a nivel europeo, donde se pretende reforzar la soberanía industrial de defensa frente a otras tecnologías (estadounidense o israelí).

Para impulsar esa política, desde el actual Ministerio de Defensa, encabezado por Margarita Robles, se ha dado continuidad a los proyectos que fueron planificados por el anterior equipo de María Dolores de Cospedal. Algo que la industria agradece: continuidad.

De este modo, se ha dado luz verde en distintos Consejos de Ministros a un nuevo ciclo inversor que sienta las bases de la industria con 12.900 millones para los próximos 15 años.

Proyecto de nuevas fragatas

Entre los proyectos destaca la construcción de cinco nuevas fragatas de la nueva « clase F-110» para la Armada Española. Valorado en unos 4.325 millones de euros, que se invertirán entre el año 2019 y 2032, este programa será la espina dorsal del astillero nacional Navantia (cien por cien propiedad de la SEPI) de cara a futuras exportaciones y consolidación de la denominada estrategia Navantia 4.0, con un énfasis en la digitalización del sistema productivo. Reportará alrededor de 7.000 empleos, directos e indirectos, durante la próxima década.

Este programa, unido a la subida del techo de gasto del proyecto del submarino S-80 en los astilleros de Cartagena (1.706 millones adicionales) o el contrato con Arabia Saudí para construir cinco corbetas en los astilleros de San Fernando y Puerto Real (Cádiz) por 1.800 millones garantizan la estabilidad en el ámbito de la industria naval en el próximo decenio. Este proyecto generará 6.000 empleos directos e indirectos por año durante los próximos cinco ejercicios.

«España debe de tener sistemas de defensa autónomos»

Otro de los proyectos clave será el nuevo vehículo blindado Dragón para el Ejército de Tierra. Con una inversión inicial de 2.100 millones hasta el 2030, se trata de un programa por el cual se construirán inicialmente 348 vehículos. Una UTE, formada por Santa Bárbara Sistemas General Dynamics, la tecnológica Indra y SAPA, especializada en la transmisión, se ha encargado del desarrollo de los vehículos prototipos que deberán ser probados por el Ministerio de Defensa para una posterior rúbrica del contrato. Aún falta por saber qué empresas formalizarán el contrato final y en qué condiciones porcentuales. He ahí una de las claves venideras.

Este vehículo es una demanda del Ejército de Tierra para desplegar en escenarios de entorno híbrido y para responder a las amenazas de los nuevos conflictos (explosivos improvisados, ataques asimétricos…) tras la experiencia de la gran misión en Afganistán, donde se tuvieron que comprar vehículos sudafricanos RG-31 ante la vulnerabilidad de los blindajes existentes. La modernización del caza Eurofighter, por unos 906 millones de euros hasta 2023, afectará a los 70 aparatos que tiene en su flota el Ejército del Aire, que en julio recibirá su último aparato procedente de la planta de Airbus DS en Getafe (Madrid).

Con la mirada en el FCAS

Junto a la fabricación de los aviones de transporte militar A400M y C-295 -que se ensamblan en la factoría de Sevilla-, la mordenización del caza militar europeo es clave para Airbus DS en España con el objetivo de no perder el paso tecnológico y poder reengancharse al que se presume será el gran programa europeo de defensa a partir de 2045: el próximo caza europeo FCAS (Future Combat Air System) en el que ya trabajan las empresas Airbus DS y la francesa Dassault Aviation.

España, que ya firmó una carta de intenciones el pasado mes de diciembre para adherirse al proyecto en igualdad de condiciones, prevé comprometerse formalmente el próximo mes con la firma de un Memorandum de Entendimiento que puede ser rubricado en la feria de la aviación Paris Air Show - Le Bourget (17 al 23 de junio).

Junto a estos tres grandes «campeones» industriales (Navantia, Airbus DS y Santa Bárbara Sistemas General Dynamics), la industria española tiene en Indra una de sus principales bazas tecnológicas para asistir a esos buques, aviones y blindados con tecnología puntera. Por su parte, la empresa Expal Systems es uno de los principales proveedores de munición en la industria nacional. Tiene más de 1.300 empleados, principalmente en España.

En Feindef, la feria que impulsa el sector y el Ministerio de Defensa, esta semana próxima delegaciones de una veintena de países podrán comprobar de primera mano la oferta de la industria española. El mercado ya no solo es España, y la competencia resulta cada vez más dura.

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