«Chapuzas» sumergidas: «Se ofrece albañil para todo tipo de reformas a bajo precio»

Los representantes de esta plataforma, formada por empresarios, comerciantes, consumidores y hasta representantes de la política local, han remitido 300 denuncias a la Agencia Tributaria «contra trabajadores presuntamente irregulares y actividades laborales instaladas en el fraude fiscal». Éstas son fruto de un análisis de los reclamos publicitarios que se pueden encontrar en farolas o contenedores de las ciudades. Se ha llevado a cabo en todas las provincias de la región, «donde se estima que la economía sumergida mueve 35.000 millones, de los que 10.000 se corresponden a fraude fiscal y laboral», explica uno de los representantes de la plataforma, José Manuel Muñiz, que incide en que «los otros 25.000 millones provienen de salarios, recibos y otros pagos o ingresos que no entran en circulación».

Muñiz apunta que se detecta cierto grado de impunidad porque estos trabajadores «saben que nadie los va a investigar», por lo que piden un esfuerzo a las administraciones, «que deben proteger y velar por las personas que desarrollan su actividad en los márgenes de la legalidad».

«Nos hemos encontrado desde todo tipo de trabajos de reformas, pasando por el cuidado de personas y hasta mecánicos a domicilio», manifiesta el portavoz de esta plataforma para describir el tipo de anuncios que han recopilado.

«Como sociedad no deberíamos tolerarlo, pero incluso presumimos de pícaros», señala Muñiz a la hora de analizar la idiosincrasia de la comunidad, que «precisa un cambio de cultura». «Existe un malentendido sentimiento de compasión hacia estas personas, pero hay que recordar que todos tenemos obligaciones», insiste.

Muñiz también hace hincapié en la corresponsabilidad de quien contrata a estos empleados porque «se está quitando trabajo a empresas que cumplen, y eso conlleva despidos , además de facilitar que haya quien trabaje en negro y cobre el desempleo».

Éste recuerda que los trabajadores que cumplen con sus obligaciones son los que sostienen el estado de bienestar. «¿A que tú quieres seguir cobrando la pensión?» , puso como ejemplo a una familiar que contrató a un conocido que no quiso hacerle factura para explicarle las consecuencias de la economía sumergida. «Parece que los servicios públicos son gratis y siempre digo que no hay cosa más privada que lo público», añade, para después contar que la Agencia Tributaria ha acogido con buen agrado sus propuestas y que se ha comprometido a investigar 300 denuncias.

«La gente se cree que la economía sumergida es un taller clandestino en Asia, pero ésto también lo es», finaliza