La cerveza artesanal seduce a los gigantes de la industria

A pesar de su rápido crecimiento solo representa aún el 1,17% del total de litros producidos en España

Desde La Sagra consideran que cuando el mercado madure muchas fábricas tendrán que cerrar ABC

Durante esta semana se ha conocido en un estudio hecho por Datacentric qué marcas son las favoritas de los españoles . Entre las categorías representadas no faltaba la cerveza, donde las marcas «grandes» como Estrella Galicia, Cruzcampo y Mahou eran las que más protagonismo tenían. Una de las grandes razones de esto es la cercanía de los consumidores con esas marcas. Así, mientras Estrella Galicia reina en el norte del país, Cruzcampo lo hace en el sur y Mahou en el centro. Aprovechando los lazos de cercanía entre el consumidor y la cerveza, desde hace años otras marcas empiezan a desarrollarse por toda España. Son las llamadas cervezas artesanales , como La Sagra en Toledo, La Salve en Bilbao y Rancia en Sevilla.

El crecimiento de este tipo de cerveza en nuestro país es claro. Según explica a ABC el director general de Cerveceros de España, Jacobo Olalla, «exponencialmente han crecido muchísimo». En concreto, mientras que en 2010 había unas 70 fábricas de estas cervezas ahora hay 517. En cuanto a la producción, en 2011 era de 20.000 hectolitros en 2018 llegó a 450.000 . Eso sí, a pesar de este incremento, según el informe socioeconómico de Cerveceros de España el total de cerveza artesanal producida apenas supone el 1,17% de los 38,4 millones de hectolitros totales.

Pero aunque su cuota de producción es pequeña, los grandes grupos cerveceros tanto de España como de fuera de nuestras fronteras han puesto los ojos en este mercado. Así, Mahou-San Miguel compró Nómada y La Salve , invirtió 11 millones en un Brew Hub para pequeños cerveceros en Córdoba y hace una semana se conoció que se hacía con el 90% de Founders, una de las cervezas artesanas más grandes de EE.UU.. Por su parte, Heineken se hizo con La Cibeles y ha relanzado marcas desaparecidas como El Álcazar (Jaén) y El Águila (Madrid), además de contar con una microcervecería en Málaga, donde innova con cervezas de edición limitada, como la Cruzcampo «Gazpacho Beer». Además, el gigante belga AB Invev compró La Virgen y el grupo americano Molson Coors se hizo con una gran participación de La Sagra.

¿Y por qué este interés de los gigantes cerveceros en un mercado que cuenta con algo más del 1% de la producción? En primer lugar, están logrando ir más allá de la carácterística «lager» que se bebe en España, un hecho que ha puesto las pilas los fabricantes tradicionales, naciendo así, por ejemplo, la Estrella Galicia con sabor a percebe. Además, esta oferta ha tenido buena acogida en el consumidor, que «empezó a demandar una sofisticación en el mercado, un consumo más premium », explica Celia Rodríguez, Client Support Manager de Nielsen. «Hace diez años consumía una cerveza barata, y de ahí salió el boom de las marcas blancas. Ahora las reglas han cambiado, buscan algo especial», añade.

La segunda razón, el precio de mercado. Según Rodríguez, «el precio de una cerveza estándar es de 1,31 euros el litro de media, mientras que el de la artesanal es 3,61. Es decir, cuesta 2,7 veces más ». Un precio premium que el cliente, por su afinidad con un producto local de su tierra, «está dispuesto a pagar».

En cuanto al futuro de este sector del mercado, fabricantes y expertos concuerdan en que aún tiene mucha capacidad de recorrido, aunque será el mercado el que regule. En España, la cerveza artesanal está muy alejada de los niveles que tiene en otros países como EE.UU. (24%), Inglaterra (13%) o Italia (6-7%). «Nuestra visión es que estamos empezando, porque el consumidor vemos que está disfrutando con esta propuesta y hay cada vez más adeptos. Si miramos los hechos y las evidencias esto está en fase de aceleración», cuenta a este periódico Benet Fité, director de la Unidad de Nuevos Negocios de Mahou-San Miguel.

Para la Rodríguez «estamos en pleno desarrollo de este mercado. El año pasado estimamos que salieron cien marcas de cervezas nuevas al mercado. Las grandes están aprovechando este tirón para madurar el mercado aprovechando el caldo de cultivo que habían creado antes las cerveceras artesanales». Por su parte, el fundador de La Sagra, Carlos García, cree que en unos cinco años se llegará a los niveles de Italia, aunque para ello muchas de las fábricas existentes tendrán que echar el cierre cuando el mercado esté lo suficientemente maduro.

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