La CEOE presenta su contrapropuesta laboral al Gobierno y cambia el ritmo de la negociación

En diciembre, la reforma del mercado laboral entraba en la recta final de la negociación con un futuro tan incierto como cuando hace ocho meses comenzaron los contactos. Lejos del acuerdo que la vicepresidenta esperaba tener cerrado ya para estas fechas, las posturas en la mesa tripartita han seguido muy distantes , lo que ha obligado a imponer un esprint en el calendario de reuniones, que pasarán de dos a tres citas semanales, y que se complementará con los dos consejos de ministros por semana de cara a su aprobación, también exprés, vía real decreto ley.

La propuesta de los empresarios, que ha cogido por sorpresa al Gobierno y a los sindicatos, aborda todas las áreas de la norma laboral y en ellas queda claro el rechazo rotundo a la intención de la ministra de dejar como una fórmula residual la temporalidad en la economía española. Así, la reforma alternativa de la organización que dirige Antonio Garamendi demanda que la causalidad se adapte a los sectores y empresas, que no se impongan límites porcentuales ni temporales a los contratos eventuales, ni se sobrecargue con más cotizaciones a la Seguridad Social la realización de las contrataciones que se entiendan como abusivas. Se muestran contrarios también a la supresión de la nulidad del despido.

Sobre los contratos fijos-discontinuos la organización empresarial reclama que se potencie esta modalidad y que se desarrolle un régimen jurídico a través de la negociación colectiva, además de que se abra esta modalidad a las agencias de empleo (ETT), que este colectivo sea prioritario en el acceso a las iniciativas de formación profesional durante los periodos de inactividad y también en el futuro mecanismo que regulará los ERTE permanentes.

La patronal sí se muestra abierta a negociar una simplificación del número de contratos , pero pide también que aumente la seguridad jurídica. Y respecto a los contratos formativos reclama al Gobierno que se adapten los ciclos formativos a las demandas de las empresas y que se produzca una mejora salarial con cargo a la financiación pública.

La CEOE también marca sus líneas rojas en una de las materias clave de la contrarreforma del Gobierno, la recuperación de la prioridad aplicativa del convenio sectorial sobre el de empresa, y en esta materia las propuestas presentadas a la mesa de negociación apuntan a mantener la actual regulación en los convenios de empresa negociados con legitimación reforzada, así como el mantenimiento de la redacción vigente respecto de los convenios sectoriales estatales y autonómicos. Sobre la ultraactividad piden la inclusión como contenido mínimo del convenio colectivo del régimen jurídico a aplicar en caso de pérdida de la vigencia del convenio.

La patronal se muestra favorable a ampliar las posibilidades de uso de la distribución irregular de la jornada y la concreción de los supuestos de adaptación de esta por motivos de conciliación. Respecto a la movilidad geográfica, plantean la presunción de que concurren las causas justificativas si media acuerdo con la representación legal de los trabajadores . También hay propuestas sobre la subcontratación, un asunto muy delicado para las empresas, y sobre esta materia defienden la aplicación del convenio colectivo sectorial de la actividad ejecutada en la contrata o subcontrata y para el caso de la sucesión de contratas en actividades intensivas en mano de obra reclaman la responsabilidad circunscrita a los términos fijados en el convenio colectivo de aplicación.

Sobre los ERTE las empresas son partidarias de incorporar los supuestos de impedimento y limitación temporal de la actividad como consecuencia de decisiones adoptadas por la autoridad pública competente, y piden beneficios en las cotizaciones para las empresas que desarrollen acciones formativas y una ampliación del crédito formativo.

La posibilidad de que la reforma más importante de la legislatura salga adelante finalmente sin el aval de los empresarios se contempla ya con bastante nitidez dentro del Gobierno. No obstante, y aunque en el entorno de Díaz se considera que el precedente marcado por la reforma de las pensiones impulsada por el ministro José Luis Escrivá les ha facilitado este escenario, tampoco se quiere dar la batalla por perdida y se buscará el acuerdo hasta el último momento. Entre la mayoría de los empresarios consultados también ha comenzado a cristalizar la idea de un nuevo acuerdo a dos bandas entre el Gobierno y los sindicatos como el vivido en la reforma de las pensiones.

Otras fuentes empresariales insisten en destacar las habilidades negociadoras de la ministra de Trabajo , y recuerdan cómo en los doce acuerdos anteriores ha rebajado sus planteamientos iniciales para sumar consensos. No descartan por ello que pueda haber movimientos de última hora que faciliten un pacto que, hoy por hoy, se antoja muy complicado. Los sindicatos, con muchos más puntos de sintonía con el Ejecutivo que los empresarios, se quejan ahora de que los tiempos no son los que deberían en la negociación y ayer calificaron de «inasumibles» los planteamientos de la patronal.