El pasteleo de Ruiz-Mateos a Botín: «Aunque no nos vemos, te quiero mucho»

Aunque las misivas que entregó ayer la familia Ruiz-Mateos se extienden desde 2005 hasta la actualidad, es a raíz de empezar la crisis financiera cuando comienzan a endurecerse.

De hecho, en una carta enviada el 26 de diciembre de 2007, Ruiz-Mateos alaba a Peralta de la siguiente manera: «Cuanta precisión. Cuanto orden. Cuanta seriedad. Cuanta eficacia. Cuanto sentido de la responsabilidad. Cuanta entrega. Cuanta dedicación, que después de tantos años de experiencia personal, me sorprende constantemente».

En otra carta fechada el 6 de mayo de 2008, Ruiz-Mateos se felicitaba por la «maravillosa carta que acabo de recibir de Emilio y que se expresa por sí misma». En julio de ese año le aseguraba al presidente del Santander que «pasarás a la historia como el mejor banquero del mundo».

Por último, tras una entrevista que tuvieron los Ruiz-Mateos con Peralta el jueves 2 de octubre de 2008, la carta enviada al día siguiente decía: «La tropa volvió encantada». El 27 de ese mismo mes, Rumasa pedía 18 millones de euros al Santander.

El año 2009 arrancaba con José María Ruiz-Mateos enviando a Peralta unas fotos «para demostrarte el enorme interés que estamos poniendo en orden a tus consejos». También le enviaba una clasificación de los españoles más influyentes según El Mundo en la que subrayaba a José María Ruiz-Mateos en el número 58. Botín, por cierto, era el primero.

Tras el endurecimiento de las condiciones por parte de la entidad cántabra a Rumasa, las cartas se van haciendo más duras aunque el 27 de julio de 2009 Ruiz-Mateos le decía a Peralta: «Gracias Javier, por pasarme de "expropiado" a influyente» pero apenas dos meses después, el 29 de septiembre, le decía que «no he llegado a comprender tu actual postura tan dura con nosotros». En la postdata de la carta se halaga de nuevo a Peralta: «No envío más copia a nadie porque no sirven para nada, por la sencilla razón de que no hay quien te lleve la contraria. Por algo será».

El 15 de junio de este año, Rumasa le proponía al Santander poner «los Brandys viejísimos de Jerez» (sic) como garantía para los préstamos que otorgara al grupo alimentario: «servirían como garantía o cancelación parcial o total de las operaciones crediticias actualmente en vigor con tu Entidad».

Una de las comunicaciones más surrealistas, dirigida a Peralta, es la del 17 de marzo de 2010, en la que Ruiz-Mateos alude a la «Providencia Divina», a la «poca vida» que «posiblemente» le queda «al líder Fidel Castro» o a probable próxima apertura de una sucursal del banco en La Habana. El presidente de Nueva Rumasa muestra su perplejidad con el hecho de que «la imagen de la Virgen» que su familia habría regalado al directivo del Santander sea «precisamente la de la tierra donde nació» la abuela del destinatario.

«Tus indicaciones constituyen para nosotros con motivo o sin motivo, órdenes» , manifiesta el patriarca familiar a Peralta el 13 de abril. Su mujer, Teresa Rivero, pide «encarecidamente »a Botín el 20 de abril que ayude a su marido y a sus hijos. «No dudo de tu comprensión y buena voluntad», concluye.

«Cómo imaginarás, me considero un padre profundamente afortunado...», escribe Ruiz-Mateos a Javier Peralta el 10 de mayo de 2010, en una carta en la que adjunta una copia de un «estudio psicológico» realizado a uno de sus hijos .

El 10 de junio, hace partícipe a Botín de la misa celebrada en la capilla de su casa a favor de las «intenciones» y «deseos» del banquero.

«Aunque no nos vemos, te quiero mucho» , finaliza Ruiz-Mateos otra carta a Botín el 13 de agosto.

El 22 de septiembre de 2010, Ruiz-Mateos solicita de Emilio Botín que haga un «acto de humildad» y reciba a sus «seis hijos varones (inmejorables)». Y acaba la misiva con una amenaza velada al presidente del Banco Santander: «Debes saber que los banqueros sois los más odiados de la sociedad en la que vivimos. Tu sabrás...»

El 16 de febrero de 2011, un día antes de anunciar que Nueva Rumasa iniciaba el preconcurso de acreedores para diez de las empresas del grupo, Ruiz-Mateos envía su última carta a Botín. En un texto manuscrito, el empresario hace una petición desesperada al banquero para evitar «consecuencias inusitadas». «Por favor, no nos dejes caer! Sería horrible», ruega el dueño de Nueva Rumasa.