Los taxistas abandonan la profesión hartos de facturar 100 euros al día

El número de licencias cae en picado mientras el gremio reclama normas para que haya menos coches en las calles

Decenas de taxis a la espera de clientes en el Aeropuerto de Madrid DE SAN BERNARDO

15/11/2020
Actualizado 16/11/2020 a las 15:43h.

Antonio (nombre ficticio) ya ha hecho las maletas. En pocos días dejará el taxi, abandonará España y se mudará a Colombia, donde tiene una pequeña empresa. Sabe que el futuro es incierto, pero está cansado de deambular por Madrid con su taxi para ... facturar 100 euros brutos al día.

La realidad de Antonio es compartida, al menos en parte, por miles de taxistas a los que las restricciones a la movilidad y el desplome del turismo han dejado sin sustento. Como él, muchos de ellos afrontan su segunda crisis , porque un gran número de conductores se refugiaron en este negocio cuando estalló la burbuja inmobiliaria. «Yo vengo de la construcción, pero aquí venimos muchos quebrados de distintos sectores», confiesa. La compra de una licencia de taxi fue una salida a la anterior crisis, pero ahora el coste de esa autorización pesa como una losa. Según fuentes del sector el valor de las licencias ha caído más de un 26% desde que estalló la pandemia .

Los taxistas abandonan la profesión hartos de facturar 100 euros al día

«En los últimos años se infló su precio porque se convirtió en un valor refugio, pero ahora es difícil afrontar este pago», afirman estas mismas fuentes. Algunos propietarios han optado directamente por dejar en suspenso estas autorizaciones y buscar otra ocupación. A comienzos de 2019 en España había 65.973 licencias, lo que supone casi 2.000 menos respecto a las 64.135 que contabilizaba el Ministerio de Transporte el 1 de octubre . Algunos todavía siguen pagando estas autorizaciones mediante créditos al consumo, un producto que en la mayoría de casos no cuenta ya con moratorias. Así, el refugio de la anterior crisis supone ahora una encerrona.

«La situación es dantesca, nunca hemos vivido un momento igual. Contamos con datos que nos dicen que todavía estamos un 67% por debajo de los niveles precrisis. En los peores momentos del confinamiento, la facturación llegó a descender un 90%», explica el vicepresidente de la Asociación Nacional del Taxi (Antaxi) , Jesús Fernández. Las organizaciones del sector reclaman a las comunidades que regulen su actividad para que la distribución del escaso trabajo que queda sea más equitativa. Los taxis se agolpan en las calles y en lugares como el aeropuerto de Madrid, donde la espera ronda las ocho horas, según Fernández.

«Más que trabajar, salimos a mendigar»

Alberto Ruiz, 23 años como taxista

Alberto lleva 23 años en el taxi, y asegura que nunca ha vivido una situación parecida. «Estamos trabajando turnos de 12 horas, pero ni así logramos cubrir costes. No podemos salir a trabajar, salimos a mendigar», explica. La situación se ha vuelto dramática para un sector que vive normalmente del turismo y en el que ahora intentan subsistir miles de familias. «Los primeros que han caído han sido los conductores, pero ahora los dueños de licencias ya están con el agua al cuello. Hay familias que están solicitando su segunda hipoteca», dice.

La solución, según el gremio, pasa por la regularización del sector. «Ahora mismo contamos con una pérdida de facturación del 64%, pero no es nada sencillo demostrarlo», destaca el taxista, quien sí valora como una «oportunidad» la ampliación de la dotación del Plan Impulsa para autónomos llevada a cabo recientemente por la Comunidad de Madrid.

«Ahora mismo en Madrid hay negocio para unos 3.000 vehículos y estamos casi 13.000 en las calles . Solicitamos una reunión urgente a la Comunidad de Madrid para que los taxis trabajen un día sí y otro no, pero todavía no nos han recibido», explica el vicepresidente de la organización, que asegura que entre mayo de 2019 y octubre de 2020 el número de licencias suspendidas ha crecido en 328 solo en la capital. Desde el gremio critican que la prestación extraordinaria por cese de actividad no está llegando y deja fuera a miles de trabajadores que han visto cómo su facturación se desplomaba sin llegar al 75% requerido.

«No hay ningún plan estratégico y el sector está abandonado a su suerte», explican otras fuentes. Con este caldo de cultivo, en Barcelona ya se han visto en las últimas semanas las primeras protestas. «O se pasa de las palabras a los hechos o tendremos que retomar las movilizaciones con más fuerza», avisó el viernes el coordinador de Élite Taxi , Tito Álvarez.

«Esto no tiene que ver con lo de 2008»

Javier Oliva, 11 años como taxista

Hace 11 años desde que Javier Oliva dejó su puesto de oficial administrativo para subirse a un taxi. Compró una licencia por 161.000 euros. Tenía ganas de ser su propio jefe. Y ahora, como el resto del gremio, sufre las consecuencias de la pandemia. «He tenido que solicitar una moratoria al banco, pero a partir de enero empiezo de nuevo a pagar», comenta. «Muchos de mis amigos llegaron al taxi durante la anterior crisis, pero lo cierto es que esta situación no tiene nada que ver con lo vivido en 2008. Y no se ve que vaya a haber un cambio a corto plazo», añade. En su opinión, el taxi es un sector estratégico que también debe ser ayudado por el Estado. Por ello reclama «un esfuerzo» a la Administración. Lejos queda ya el conflicto con las VTC, pese a que hace menos de dos años que el taxi paralizó el país para reclamar su regularización. «Siempre pensé que serían las tecnológicas las que apagarían las ciudades. Pero ahora estamos sufriendo todos», afirma.