Las características del «stock» de viviendas sin vender harán muy difícil aprovecharlas para otro uso

¿Cuál es el gran problema de este gigantesco parque de viviendas nuevas? Su difícil colocación en el mercado, dada la gran abundancia que hay de la tipología de casa que más va a sufrir con la crisis y más difíci será de vender: la segunda residencia en zona costera, con un tamaño relativamente grande (más de dos habitaciones) y un precio elevado derivado de los altos precios pagados por el suelo en el que se ha construido. En definitiva, un regalo envenenado que no se conseguirá «colocar» salvo que se recupere con fuerza la demanda internacional, algo que por el momento no va a pasar.

Porque con muchas viviendas «playeras» va a ser muy complicado que con este tipo de casas llevar a cabo uno de los deseos conjuntos que ahora mismo tienen tanto los políticos como las empresas profesionales del sector: la creación de un parque de vivienda pública en alquiler al igual que existe en otros países de Europa. Pedro Pérez, secretario general de Grupo Inmobiliarias por la Excelencia (G-14), que engloba a algunas de las mayores empresas inmobiliarias del país, aseguró hace dos semanas en una entrevista con el dominical económico de ABC «Empresa» que «lo mejor que se puede hacer es derivar en todo lo que se pueda viviendas terminadas libres hacia VPO y de esta forma conseguir uno de los grandes déficits de nuestro sistema: la construcción de un parque de vivienda pública en alquiler como tienen otros países de Europa».

Una vez conocidas las características del stock, hemos descubierto que la mitad de las viviendas sin vender está en la costa mediterránea, donde la gran mayoría de inmuebles construidos son segundas residencias. En total, unas 300.000 casas que, salvo honrosas excepciones, no servirán para el cometido de crear VPO en alquiler. Para el total del país el Ministerio cifra en 3 de cada 10 los inmuebles de segunda residencia, unos datos que coinciden casi al dedillo con los de viviendas construidas en la costa mediterránea, donde se concentra, junto con Madrid, las mayores cantidades de vivienda sin vender.

para la otra gran tipología de cuya construcción se ha abusado

la transformación en VPO de alquiler puede ser más sencilla,

dado que la demanda de este tipo de productos inmobiliarios sigue estando latente y relativamente elevada. No conviene olvidar que en España se crean cada año del entorno de 400.000 nuevos hogares que necesitan sus correspondientes sitios para vivir.