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Economía

Así es la cara factura que el golpe independentista deja en el bolsillo de los catalanes

El «procés» ha acabado con el liderazgo de la economía catalana, pero el gasto público de la Generalitat sigue desbocado

Banderas independentistas durante una concentración en el centro de Barcelona Efe
Roberto Pérez

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Fuga masiva de depósitos bancarios, desaceleración económica, menor creación de empresas y de empleo que la media española, menos turistas, pérdida de poder adquisitivo a un nivel desconocido en el resto de España… El rastro que deja el «procés» es demoledor para la economía catalana. Ninguno de los principales indicadores sale bien parado en su comparativa con la media nacional, salvo en gasto público. Ahí sí que la Generalitat, instalada en el independentismo, sí que destaca en consumir dinero.

Un año después de la intervención de la Generalitat por parte del Estado, y cinco meses después de que se levantara aquella aplicación del artículo 155 de la Constitución, la economía catalana permanece sumergida en un inestable escenario de gruesa factura . Estos son los indicadores que conforman ese delicado panorama.

PIB desinflado

Cataluña siempre ha sido una de las autonomías con mayor crecimiento económico, por encima de la media nacional. En 2015, por ejemplo, el PIB catalán creció un 4,2%, frente al 3,4% de media nacional. Pero, desde que el independentismo pisó el acelerador hacia el golpe secesionista, el PIB no para de desinflarse . Si en 2015 creció ocho décimas por encima que la media española, en 2016 ese diferencial se recortó sustancialmente y fue de tres décimas; y en 2017 Cataluña solo sacó dos décimas de ventaja a la media nacional en tasa de crecimiento del PIB. Y esa desaceleración va a ser todavía más acusada este año y el próximo, según las estimaciones de BBVA Research. Estos expertos calculan que este año y el próximo Cataluña será la última región del ránking, la economía regional que menos crecerá: estos expertos le auguran un incremento del PIB del 2,5% este 2018 y del 2,3% en 2019, frente a -por ejemplo- el 3,4% y el 2,7% esperados para Madrid.

1.300 millones perdidos

Esa ralentización del crecimiento tiene un coste enorme que acaba aterrizando en el bolsillo de los ciudadanos en forma de rentas recortadas. Cada décima de menos que crece el PIB catalán es una millonada perdida. Si se cumplen las previsiones del BBVA Research, esas décimas de menos que crecerá Cataluña respecto a la media nacional le supondrá un «lucro cesante», en términos de PIB, de unos 1.300 millones de euros.

Tejido empresarial

La inestabilidad generada por el desafío independentista está impidiendo que Cataluña aproveche esta fase de despegue económico del conjunto de España. Eso se nota, por ejemplo, en lo poco que está creciendo su tejido empresarial en comparación con el resto de España. Además, a ello se suman las sociedades mercantiles que han decidido llevarse su sede fuera de Cataluña. De enero de 2017 a junio de 2018, 4.422 compañías trasladaron su sede social fuera de Cataluña , y más de la mitad de ellas han acabado en Madrid.

Además, mientras en el último año el tejido empresarial español ha aumentado un 1,5%, en Cataluña lo ha hecho en un minúsculo 0,5% . Es decir, la creación neta de empresas ha sido tres veces menos en Cataluña que en el conjunto de España y, por ejemplo, cuatro veces menos que en Andalucía.

El empleo se resiente

Los datos de afiliados a la Seguridad Social indican que el «procés» también está pasando factura al mercado laboral. Así, de septiembre de 2017 a septiembre de 2018, el número total de ocupados –asalariados y autónomos- ha aumentado en España un 2,9%; en Cataluña, sin embargo, lo ha hecho en un 2,5%. Es decir, el ritmo de creación de empleo es un 14% menor en esta región que en el conjunto del país.

Al margen de las estadísticas de la Seguridad Social, otro informe elaborado por BBVA Research calcula que la inestabilidad en la que está instalada esta región le ha impedido crear 30.000 puestos de trabajo en los últimos doce meses.

Menos poder adquisitivo

Cataluña tampoco sale bien parada en términos de poder adquisitivo. Allí, los sueldos dan menos de sí ahora que hace diez años. Es la región que más han visto retroceder sus salarios en combinación con el IPC. Entre 2007 y 2017, el sueldo medio del conjunto de España evolucionó prácticamente a la par que la inflación. En Cataluña, sin embargo, fue al revés: el coste de la vida subió casi el doble que el promedio salarial . El resultado: el sueldo medio catalán rindió en 2017 un 6,94% menos que en 2007.

Turistas a la baja

El turismo, un sector de peso en la economía catalana, se ha visto zarandeado por el golpe independentista. De enero a agosto, la afluencia de turistas se ha desplomado un 2,7% en Cataluña en comparación con el mismo período del año pasado. Contrasta, por ejemplo, con el incremento del 2,2% que ha registrado la Comunidad Valenciana, o el aumento del 3,7% que se ha dado en la Comunidad de Madrid.

Gasto público sin freno

El pobre panorama que dibujan los principales indicadores del tejido productivo catalán contrastan, sin embargo, con la vorágine de gasto público en la que sigue instalada la Generalitat, sostenida financieramente por el Estado (FLA) desde hace años, y pilotada desde mayo por el independentista Quim Torra . El Gobierno catalán prevé consumir este año 33.000 millones de euros más que el año pasado . Y lleva camino de cumplir la previsión: de enero a agosto, la Generalitat ya ha dispuesto de 22.400 millones más que en el mismo periodo de 2017, un 14% más, seis décimas por encima de la media de las comunidades autónomas.

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