Los camioneros irán a la huelga entre el 20 y el 22 de diciembre

Los transportistas presionan al Gobierno así tras años de abandono del sector, que lleva meses pidiendo el apoyo de la Administración en temas como la posible implantación de los peajes en las autovías, la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del coste del combustible (que supone el 40% de los costes del sector) o la construcción de áreas de descanso seguras para los profesionales. Según el CNTC «la paciencia del sector y los canales razonables de negociación» ya se han «agotado».

El detonante para los transportistas ha sido los continuos conflictos con sus clientes. Los camioneros aseguran que en los últimos meses se han recortado brúscamente las remuneraciones y muchos de ellos «se niegan a negociar». Ademá, los pagos se estarían demorando mientras se endurece el trato personal. «Algunos ni siquiera nos dejan utilizar el baño», señalan fuentes del sector.

Para los camioneros, estas empresas «se aprovechan de la posición de dominio que le concede la vigente regulación del contrato de transporte de mercancías por carretera, que está provocando incluso un enorme problema de falta de conductores profesionales, ante el trato degradante e inhumano en las condiciones en las que realizan su trabajo».

Tal y como ha publicado ABC, el transporte por carretera cuenta con un déficit de 15.000 trabajadores para los próximos tres años. «La profesión ha dejado de ser atractiva para los jóvenes», denuncian desde el sector.

La gota que ha colmado el vaso para estos profesionales ha sido la reunión mantenida con el director general de Transporte Terrestre del Ministerio de Transportes Jaime Moreno este miércoles. Según recuerdan a este periódico fuentes de la Confederación Española del Transporte de Mercancías (CETM), el Gobierno prometió en julio de 2020 una serie de medidas para poner fin a los reclamos del sector. Sin embargo, desde entonces el Ejecutivo se ha resistido a aplicar estas mejoras.

La última vez esta misma tarde, cuando Moreno les ha vuelto a dar largas al considerar los reclamos del sector «coyunturales y sin urgencia », según las mismas fuentes. La patronal, en todo caso, asegura que su intención es la de seguir negociando.