Manuel Hernández, el camionero que mantiene un pulso con Moncloa

Desde la organización que preside, la Plataforma en Defensa del Transporte de Mercancías , Hernández ha liderado un paro de transportistas que comenzó el pasado 14 de marzo y que, pese a la oposición del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), ha colapsado las carreteras españolas y ha dejado al borde del desabastecimiento a cientos de establecimientos. Los más de mil millones en ayudas que el Ejecutivo pactó con el CNTC en la madrugada del viernes le parecen «migajas». «Somos la voz del problema y si nosotros no estamos ahí dentro, no habrá ningún tipo de arreglo», dijo ayer mientras se daba un auténtico baño de masas frente al Ministerio de Transportes.

Dicho y hecho. Unos minutos más tarde de sus reivindicaciones, la llamada se produjo. Y la reunión que la ministra de Transportes, Raquel Sánchez , le había negado en las últimas dos semanas, llegó. Hasta que el transportista no dé su visto bueno al acuerdo, la cadena de suministro no volverá a respirar tranquila.

Mucho se ha hablado de este vecino de Hellín (Albacete ) en los últimos días. Según ha podido saber este diario, Manuel Hernández era transportista, porque ahora ya no lo es, y estaba asociado a la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer). En su momento, según confirman a ABC, tuvo camiones y empleados, pero su empresa entró en concurso de acreedores y fue liquidada en 2018, dejando sin cobrar a los trabajadores que tenía contratados, pero ahora mismo no tiene camiones propios ni tarjetas de transporte a su nombre. Por eso, según las mismas fuentes, no puede convertirse en interlocutor del Gobierno.

No es la única polémica que rodea a Manuel Hernández, puesto que hace unos años fue uno de los representantes de la Hermandad de la Virgen de la Alegría que protagonizó las quejas por no poder desfilar en la procesión de Semana Santa hellinera. Después de un proceso judicial, al final llegaron a un acuerdo en abril de 2017 con la Asociación de Cofradías y Hermandades, y desde entonces procesionan por las calles de Hellín.

De vuelta al ámbito del transporte, tuvo desavenencias con Fenadismer y creó el germen de la plataforma que ahora preside. Aprovechando los momentos de gloria que está teniendo, quiere impulsar esta organización, a la que cada vez se están asociando más transportistas, cada uno de los cuales paga una cuota de 15 euros más otros 5 euros por camión.

De hecho, fuentes conocedoras del sector deslizan esta idea del oportunismo en conversaciones con ABC. La Plataforma relanzó su actividad hace solo un año , después de un periodo de letanía, y su presencia en las redes sociales se remonta a hace pocos meses. La Administración ya conocía la existencia esta agrupación de transportistas -la información publicada por los integrantes remonta su fundación a 2008-, e incluso llegó a mantener encuentros informales con ella para valorar las necesidades del colectivo. Pero nunca valoraron desde la Plataforma la posibilidad de integrarse en el órgano históricamente competente para mantener las negociaciones con el Gobierno sobre las demandas del sector: el CNTC.

Del último proceso de renovación de los órganos de la CNTC, que se produjo entre los meses de noviembre y diciembre, no llegó a haber ninguna noticia de esta Plataforma. También, hay que recordar en este punto que, precisamente, una de las reivindicaciones iniciales del colectivo es contra la dirección del Comité al considerar que lidia con los intereses del Ejecutivo y no solo con los del sector.

Las patronales guardan ciertos recelos con esta postura, ya que parte de las demandas de la Plataforma sí están reconocidas en los acuerdos alcanzados en las últimas semanas. Más allá de estas reivindicaciones, fuentes del sector se preguntan cómo es posible que la Plataforma «tenga infraestructura suficiente como para trasladar cientos de personas a Madrid en autobuses» e, incluso, contar con capacidad para repartir cientos de chalecos e incluso 'merchandising'.

«No sabemos quién es, pero estamos convencidos de que detrás del movimiento hay alguien que lo financia », explican fuentes del sector del transporte por carretera. Para las grandes patronales de los transportistas, Manuel ha conseguido canalizar «todos los mensajes que se vierten en redes sociales» para hacerse fuerte. Ayer, impulsado por esta fuerza, consiguió por fin uno de sus anhelos: mantener un encuentro con la ministra.